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2009/03/31

Al fondo a la izquierda

Es el mismo discurso y la misma promesa que se escuchó tantas veces en el pasado. Veamos algunos ejemplos. El 24 de abril de 1959, Fidel Castro pronunció estas palabras: "La revolución será tan verde como las palmeras". Hoy, muchos sospechan que fue una forma de tapar el ropaje rojo del comunismo.

También Hugo Chávez se presentó en Venezuela como líder de un gobierno de renovación. Han pasado los años, y todavía no se pueden cuantificar los efectos y y quizás los daños sociales, pedagógicos y políticos del chavismo.

Lo mismo se fiaban los nicaragüenses con Daniel Ortega, dictadorcito en ciernes.

Ahora le llega el turno a Mauricio Funes, quien el 15 de marzo pasado ganó las elecciones presidenciales de El Salvador representando al grupo ex guerrillero FMLN. Como una caja de resonancia de los gobernantes con vocación de autócrata, aseguró: "Yo no tengo por qué alinearme a una izquierda o a otra". Respondía así al temor de que pueda seguir los pasos de Venezuela y Cuba.

Con el respeto que merece Funes, los engendros políticos que hemos visto trepar al poder han sido usualmente una amenaza para la estabilidad de la región. Estos neopaladines de la justicia social, surgidos del abandono estatal, el despotismo de los gobernantes y la desesperanza de la gente, prometen aliviar los males que por décadas han hecho estragos en nuestra América: la mentira, la corrupción y el abuso.

Que no se quejen ni se escandalicen los líderes latinoamericanos por que su parcela esté siendo ocupada por los comunistas, pues en todas estas décadas que han ocupado el poder no han remediado los problemas de la gente; por el contrario, han robado, se han aprovechado de sus cargos y han pisoteado al pueblo.

En cuanto a los que votaron por la izquierda, tampoco crean que mañana, o en un año, o en diez, tendrán suficiente comida en la mesa, empleo, servicios de salud. En cambio, sí corren el riesgo de perder libertades y empobrecerse, porque está bien demostrado que la izquierda trae más miseria y decadencia a los países subdesarrollados.

Estos revolucionarios del siglo XXI sufrirán tarde o temprano metamorfosis hacia el mal. Los que pierden siempre son las clases menos favorecidas, es decir, la mayoría. La minoría se establece en Miami mientras dura el desgobierno.

Las administraciones de izquierda, algunas más radicales que otras, podrían estar llevando el continente a una nueva era, que esperemos no sea de anarquía, como ciertos politólogos pronostican.

Lo malo no son las ideas izquierdistas, sino quién las aplica, porque, al final, a algunos el poder les envilece y les ciega la razón.

Dios quiera que la izquierda salvadoreña, que según Mauricio Funes "tiene su propia identidad", saque la cara por el socialismo del continente, y no sea tan radical como la revolución bolivariana de Chávez o el sandinismo tergiversado de Ortega.

Así como va Latinoamérica votando por el socialismo, si los ciudadanos no asumen una verdadera responsabilidad y defienden la nación en que viven podrían estar encaminándose a una letrina que les puedo asegurar, sin devanarme mucho los sesos, está al fondo a la izquierda.

RAÚL BENOIT, corresponsal internacional de Univisión. Fuente: © AIPE. Tomado de “Salvaodeños en el mundo”

¿Por qué abrir relaciones con la oprobiosa dictadura?

¿Relaciones con Cuba? El anuncio del presidente electo sorprende de cara a sus posturas moderadas. Se reconocería a la dictadura más oprobiosa y larga del mundo, a un régimen que ha pisoteado por más de medio siglo las libertades fundamentales de los cubanos, impuesto un orden policial en extremo represivo y hundido en la más terrible pobreza al pueblo que antes de Castro era el más próspero de Hispanoamérica.

Es contradictorio que en un momento en que la democracia salvadoreña pasó una importante prueba, reconocer la victoria electoral del partido en la oposición, se admitiría la entrada oficial de representantes de un régimen que no admite oposición de ninguna clase, no celebra elecciones, persigue y encarcela disidentes, destruyó la libertad de expresión y mantiene a la mayoría de cubanos prisioneros en sus pueblos y provincias.

El régimen cubano alimentó la guerra de agresión contra nuestro país, que tuvo un saldo de más de cincuenta mil salvadoreños muertos y la destrucción de una sustancial parte de la infraestructura productiva y de servicios. Los cubanos castristas fueron culpables, en ultima instancia, de que El Salvador retrocediera más de una generación en su desarrollo. Somos pobres y menos productivos por culpa de la agresión castro-comunista. Para reconstruir lo destruido tuvimos que endeudarnos y gastar gran parte de los presupuestos públicos, siendo la causa de que el ingreso medio del salvadoreño no sea el doble del actual.

Recordando el papel que el régimen cubano jugó en la guerra de El Salvador, el entonces Presidente Flores le dijo a Fidel Castro:

"…señor Castro, es absolutamente intolerable que usted, involucrado en la muerte de tantos salvadoreños, que usted, que entrenó a muchísimas personas para matar a salvadoreños me acuse a mí… Nosotros, nuestro gobierno jamás y yo como presidente jamás nos vamos a poner del lado del terrorismo… que usted me acuse a mí, en este foro, de que yo tengo responsabilidad en el caso de Luis Posada Carriles, después de que usted tuvo tan cruel, sangrienta e inaceptable responsabilidad en la guerra de El Salvador es absolutamente intolerable".

Aquí se defienden las libertades

¿Cuáles, debemos preguntarnos, son los beneficios de establecer relaciones con una nación colapsada y envilecida?

¿Cómo podría el próximo gobierno hablar de libertad, de derecho y de justicia después de justificar, a través de un reconocimiento diplomático, la represión y las mordazas que otro pueblo viene sufriendo desde antes de que la mayoría de salvadoreños naciera, incluyendo el presidente electo? ¿Cómo puede una persona reclamar para sí y para sus aliados políticos lo que niega a los disidentes cubanos?

"Sin censura" tituló el presidente electo Funes su programa de entrevistas, como igualmente, sin censura, hemos trabajado los órganos de difusión en El Salvador: somos una nación donde las libertades individuales y públicas se defienden y se reconocen sin vacilación por los poderes del Estado. Son libertades ganadas a costa de tremendos sacrificios, como ha sido la trayectoria de EL DIARIO DE HOY, que es el único medio en la historia del país que estuvo forzado a someter, noche a noche y durante años, sus contenidos al censor oficial de la dictadura martinista. Por lo mismo, no reconocemos la autoridad moral de alguien que por sistema amordaza, persigue y encarcela a toda la gente en un territorio.

Publicado por El Diario de Hoy.

ARENA podría aprender de la derecha chilena

Entre 1988 y 1989, la derecha chilena perdió un referéndum nacional y unas elecciones presidenciales, lo cual la colocaron en la oposición por primera vez en 17 años. Sin embargo, a pesar de dicha derrota, la derecha básicamente mantuvo su mismo discurso.

A través de sus dos partidos, la Unión Democrática Independiente (UDI) y la Renovación Nacional (RN),a derecha chilena continuaba argumentando cómo ellos habían salvado a Chile, primero a través de un golpe militar en 1973 y posteriormente a través de una reforma económica, que había convertido a Chile en la envidia de crecimiento económico y de orden fiscal en América Latina.

El discurso de la derecha se basaba en la dicotomía de libertad económica vrs. estatismo (lo cual era perfectamente válido cuando sus adversarios se enfocaban en un discurso socialista). Los adversarios de la derecha en cambio, tanto los socialistas como los demócratas cristianos, aceptaron la libertad económica y la importancia de la economía de mercado como parte central de la vida política de Chile y al hacer esto, enfocaron la discusión de las políticas públicas hacia la equidad y la justicia social.

De esta manera, la izquierda y centro-izquierda chilena propusieron distintas alternativas para hacer más equitativo el crecimiento económico y plantearon programas para focalizar el gasto público, invertir más en educación y salud y supervisar más efectivamente a las empresas privatizadas.

Además, debido a que el sector privado ya no se sentía amenazado por posibles cambios radicales en las reglas del juego, la inversión privada creció aún más lo cual le permitió a los adversarios de la derecha autoproclamarse como mejores administradores del crecimiento económico.

Todas estas acciones hicieron que el discurso en defensa de Pinochet, de las libertades políticas y económicas que sostenían los principales líderes de la derecha chilena se volviese muy efectivo para mantener el voto duro del partido, pero poco efectivo para atraer a los votantes de centro, sobre todo a los más jóvenes.

Mucha gente podría argumentar que la izquierda chilena es muy diferente a la izquierda salvadoreña y que por ello, el ejemplo no es válido. Sin embargo, Chile fue el único país de América Latina que eligió a un gobierno socialista en plena Guerra Fría y en donde el partido comunista obtuvo más del 15% de la votación, algo que solamente había sucedido en países europeos. Es decir, que la radicalización de la izquierda chilena fue muy fuerte y que el miedo de un importante sector de la sociedad chilena era totalmente justificado.

Sin embargo, la izquierda chilena ha sido muy efectiva en reinventarse y la derecha, en cambio, ha sido bastante lenta en encontrar ideas nuevas y se ha anclado a un pasado que le dice muy poco a los votantes nuevos de Chile. El resultado ha sido que la derecha chilena ha perdido cuatro elecciones presidenciales consecutivas y cinco elecciones legislativas. Es importante que ARENA no siga por este mismo camino.

Por Rodrigo Chávez. Publicado en El Diario de Hoy.

2009/03/30

El Salvador es esencialmente democrático

Termino un largo y muy polarizado evento electoral, tuvimos más de año y medio de campaña, se paralizó la inversión, todos tomaron bando: los medios, las familias, las instituciones, todos. A pesar de que el FMLN y ARENA hicieron todo lo posible por destruirnos y envenenarnos, resulta que El Salvador es esencialmente democrático. 

Cuanta alegría fue saber que la derecha podía perder y no pasaba nada, cuando alegría da saber que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), a pesar de sus innumerables errores, en lo esencial responde y es un árbitro suficientemente bueno.

No puedo dejar de decir que la perorata insoportable de los días antes de las elecciones fue fatal. Los innumerables correos electrónicos diciendo que si o si habría fraude, que las hordas de nicaragüenses se estaban apoderando de El Salvador. Esto sumó a la tensión que de por si existía, colocó a El Salvador en una situación muy peligrosa, los ánimos estaban para que lo peor sucediera, esa presión que la sentimos mucho también es una injustificada injerencia en nuestra decisión, casi para pensar: “mejor votemos por ellos porque sino queman la ciudad”. Miedo al fin y al cabo.

Fue intolerante la actitud de algunas areneros que ante esta tensa situación decían en privado: “si podemos hacer fraude lo hacemos”. Intolerable, porque no podía pasar, aquí difícil es no saber lo que pasa. Con la tensión y conspiración que había encontrar 25,000 nicaragüenses (los necesarios para modificar la elección en un 1%) resulta increíble que nunca los lograron ver, nadie les pudo tomar si quiera una foto, nadie pudo llamar a los medios (el Colatino gustoso lo publicaba). No es lógico desde ningún punto de vista desprestigiar al árbitro que va a ser el encargado de darte el poder.

Tampoco es lógico que los salvadoreños nacidos en Nicaragua, como mi hermano o muchísimos otros jóvenes nacidos en el exilio durante la guerra, tengan que sentirse atacados o en peligro por ser salvadoreños que han nacido en otra parte. No es justo que no se piense en las personas, como le sucedió a algunas personas durante el proceso de votación que tuvieron serias dificultades para votar, porque su DUI decía “lugar de nacimiento: Nicaragua”.

ARENA nos regaló una de las peores campañas de los últimos tiempos, el ataque visceral contra el vicepresidente electo es imperdonable, y lo digo no para cobrar venganza, ¡por favor!, sino para reformar el código electoral o las atribuciones del TSE para que garantice que esto no pueda ocurrir. El Frente al final se puso al mismo nivel que ARENA, tan buena campaña y positiva que estaban haciendo y terminaron igual de mal. La campaña del presidente electo Funes prometió de todo y pagó con la misma moneda de los que criticaron al alcalde electo Quijano. Ahora que ganamos ya vamos a ver que se puede hacer.

A pesar de todo esto El Salvador sobrevivió y tenemos la alegría que las instituciones si funcionan, que los cambios se pueden dar que si por estos cinco años los salvadoreños queríamos un gobierno del Frente, lo podemos tener y que si en el 2014 queremos un gobierno de otro partido, también podemos. Porque este país es democrático.

Muchos extranjeros pasaron por estas tierras estos últimos días. Todos hablaron mal de El Salvador, que todo era un caos y no podía salir nada bueno. Bueno parece que se equivocaron, ahora tienen que reconocer que aquí seguimos avanzando en la profundización democrática. Esto seguro que no solo es democracia electoral lo que necesita El Salvador, estoy seguro que tenemos demasiadas tareas pendientes. Pero de lo que podemos estar orgullosos y felices es que a pesar de que nos tratan de destruir el país, los salvadoreños podemos recuperarnos y se demostró que no tenemos los partidos políticos que nos merecemos.

Por Rodrigo Samayoa Valiente. Publicado en Siguiente Pagina.

Lo que se dice sin pensar cuesta millones al país

Las palabras, en un país y un mundo asustados, se monetizan y traen consecuencias sobre el empleo, las inversiones, las ventas y la economía en general. El jueves dijimos que fue importantísimo que el propio Funes desautorizara en público lo dicho por Gerson Martínez, por los perniciosos efectos que esas declaraciones tendrían sobre El Salvador como sujeto de crédito.

Para decirlo en un ejemplo imaginario pero ajustado a la realidad, no desmentir en público lo dicho pudo habernos costado decenas o centenares de millones de dólares en más altos intereses por el riesgo país.

Es obvio que cada medida que tome el nuevo gobierno, los nombramientos que haga, lo que diga o deje de decir, afectará de manera positiva o negativa los niveles de vida de todos los salvadoreños. Y esto por una razón muy importante: la economía salvadoreña no está basada en la exportación de materias primas o un par de cultivos dominantes, como cuando el café era el sostén del país y es el petróleo para Venezuela. Lo que nos sostiene es la maravillosamente diversificada producción en miles de miles de rubros, desde exportaciones industriales hasta servicios diversos.

Nerón se lamentaba de que Roma no tuviera una sola cabeza para cortarla de un tajo, lo que en apariencia quisieran muchos cabecillas de izquierda para anular de un solo golpe a "la oligarquía". Pero eso sería fatal en un país pequeño, con escasos recursos materiales y pobrísima extensión territorial, que por fuerza depende de la inventiva, el esfuerzo, la capacidad para organizar y la perseverancia de sus productores.

Aquí no hay "medios de producción gigantes" que se puedan tomar para entregarlos "al pueblo" y eliminar de esta manera al intermediario. Duarte así lo creyó: desposeer a los terratenientes de sus propiedades iba de inmediato a elevar la calidad de vida en el agro. Pero la locura llevó a lo contrario, pues las cosechas se perdieron, los terrenos fueron arruinados, se robaron los créditos y los equipos y la gente quedó sin su sustento, lo cual originó el enorme éxodo del campo hacia las ciudades y a los Estados Unidos y al exterior.

Nuestro petróleo es el emprendedor

Ese trágico episodio debería enfriar la cabeza de los que creen que "los medios de producción materiales" son el factor que en verdad cuenta para abastecer a los salvadoreños de su alimento, su vestimenta, su transporte, sus servicios, su educación y lo que nos saca del hambre, la desnudez y la ignorancia. La reforma agraria destruyó la agricultura y la mantiene postrada al día de hoy.

En la época actual, como lo venimos señalando, los medios de producción no son ni de lejos lo material, sino el conocimiento, el mercadeo, las relaciones internacionales, el financiamiento, el Orden Jurídico, la correcta aplicación de las leyes, todo lo que facilita la creatividad, el empuje y los sueños de los productores.

No tenemos petróleo, la histeria ha destruido la minería, la fragmentación de la tierra impide los cultivos a gran escala, el vandalismo imposibilita la silvicultura. Lo estrecho de los mercados y los bajos niveles de la educación superior son además barreras para el establecimiento de industrias de alto nivel tecnológico.

Lo único que nos salva es el empuje de tantos salvadoreños emprendedores y sus equipos humanos que han establecido una valiosa base industrial y de servicios que es la mejor en la región. Si eso se pierde, viene la hambruna.

Publicado por El Diario de Hoy.

La otra negociación (y III)

A diferencia de El Salvador, la paz de Guatemala fue más una consecuencia de factores externos que de la correlación interna. Con un fenómeno étnico agudo y un desenlace diferente de la guerra, era más difícil tener un concepto común de justicia. El ejército guatemalteco aceptó la negociación, pero después de derrotar a la guerrilla. El ejército salvadoreño rechazó la negociación hasta ser forzado por el empate militar.

La guerra en Guatemala estaba reducida a remotas áreas y esporádicos hechos, no era el principal problema de la sociedad, como sí lo era en El Salvador. Sectores modernizantes de la derecha ganaron las elecciones en 1996, y apoyados por el ejército firmaron un acuerdo de paz para realizar reformar y mejorar la imagen internacional de Guatemala. Este es el país con el peor historial de derechos humanos de Latinoamérica, con 658 masacres, la mayoría cometidas contra indígenas mayas. En Guatemala los ganadores en la guerra tenían el control suficiente para elegir el momento y los contenidos de la pacificación.

Externamente, la pacificación de Nicaragua y El Salvador, puso a Guatemala en desventaja competitiva para atracción de inversión. Regionalmente y de cara a la globalización, era el país más retrasado en la liberalización económica y democratización política. Sin embargo en Guatemala se da una lenta y real transformación democrática, pero el espacio para remover el pasado es sumamente limitado. Prueba de ello fue el asesinato del obispo Juan Gerardi en abril de 1998, luego de publicar un documento titulado "Recuperación de la Memoria Histórica. Guatemala Nunca Más". Este hecho establece que el problema de la justicia y el pasado vendrá de lo que pueda producir la correlación internacional, de los cambios generacionales en los mandos del ejército, y de los resultados electorales.

La reconciliación y la justicia en Guatemala se basan en hacer cambios democráticos graduales, prácticamente sin poder hablar del pasado. En el Salvador, la correlación permitió hablar del pasado y hacer cambios democráticos profundos y rápidos, pero resultado del Acuerdo de Paz, sin que nadie fuera procesado ni encarcelado.

La revolución sandinista de 1979, hizo justicia por la fuerza como una reacción al autoritarismo de la dictadura somocista, pero esto provocó un rechazo de fuerzas internas y externas que impidieron la estabilidad y llevaron a otra guerra. La transición nicaragüense producto de una revolución, es el paso de un gobierno autoritario a la institucionalización democrática. Luego de la revolución, el fenómeno más importante en Nicaragua fue la realización de elecciones libres en 1990, y la entrega del Gobierno a los opositores del Frente Sandinista.

La reconciliación y la justicia eran más complejas que el El Salvador y Guatemala, No existía un ordenamiento institucional debido al pasado dictatorial y al revolucionario. No solo se trataba de la violación de los derechos humanos producida en la guerra, sino también de las expropiaciones hechas por la revolución. En Nicaragua, para la reconciliación ha sido más importante resolver el problema de la propiedad que las violaciones a los derechos humanos. Durante el gobierno de Violeta Chamorro (1990-1996) se produjeron levantamientos populares, rebrotes guerrilleros, huelgas generales y una violencia político social casi permanente. La causa era la disputa por la propiedad.

Violeta Chamorro logró eficazmente la pacificación y la democratización respetando pilares básicos dejados por la revolución, como el ejército, la policía y la propiedad, pero a cambio de reformar a los primeros como instituciones nacionales y de liberalizar la economía. La distribución de propiedad dejada por la revolución fue básicamente respetada. Sin embargo la solución final sobre el tema se produjo entre los contrarios verdaderos, cuando Arnoldo Alemán heredó el liberalismo de Somoza, ganó las elecciones y asumió el gobierno en 1997.

Nueve meses después firmó con los sandinistas el acuerdo final sobre la propiedad, que incluía desde casas y fábricas hasta tierras agrícolas. Con eso, la lucha político social en Nicaragua se redijo seriamente. En Nicaragua no hubo Comisión de la Verdad, ni juicios por violaciones a los derechos humanos, pero sí hubo indemnizaciones, pagos y devolución de propiedades.

(Continuará con la comparación con el caso chileno).

Por Joaquin Villalobos.Publicado en Centroamerica21.

2009/03/29

Algo que suele olvidar Joaquín Villalobos

En su artículo “La otra negociación”, Joaquín Villalobos asegura que en general es siempre la correlación de fuerzas la que establece la forma en que habrá que tratar el pasado. Según él, la correlación de fuerzas da la pauta de cuánto castigo y cuánta verdad son posibles y necesarios para hacer justicia.

Frase demasiado general la suya que corre el peligro de saltar por encima del tiempo, las circunstancias concretas, los complejos planos de la realidad humana y la forma en que  estos se traslapan. La correlación de fuerzas que nos interesa es la actual, no la de 1991, e interesa ver hasta qué punto condiciona las realidades del derecho y la verdad en aquellos temas que atañen a las cuentas pendientes que dejó la guerra civil en El Salvador.
Aunque evita los verbos que delatan el determinismo, el enfoque de Villalobos es determinista. Y lo es por ignorar las complejas relaciones que existen entre política, derecho, ética y verdad.
La paz de 1992 permitió que tanto los ciudadanos como las instituciones entrásemos en un nuevo campo de juego: el del Estado Democrático y Constitucional. Las libertades que teóricamente garantiza la Constitución impiden que la correlación de fuerzas se convierta en un bozal para las evaluaciones jurídicas y morales que puedan hacer libremente los ciudadanos. Los tratados de paz no pueden convertirse en un pacto que amordace a la opinión pública ni que censure la conciencia de las víctimas.
Habrá aspectos legales que aún ahora  sea imposible cambiar, pero en lo que respecta a la verdad y las evaluaciones jurídicas y morales el terreno es más flexible y puede irse modificando gradualmente.
Es evidente que la dimensión política es un plano de la realidad que condiciona la aplicabilidad del derecho, pero eso no implica que determine a la conciencia legal. Esta última forma parte de la misma libertad de conciencia que garantiza la Constitución.
Sólo en las dictaduras y en los estados totalitarios puede erigirse la política como una pauta que determina cuánta verdad es admisible en el horizonte de la cultura ciudadana. El secreto de Estado, en una democracia, tiene carácter provisional y por eso las informaciones que son vetadas por un gobierno a la larga deben abrirse. Luchar porque las actuaciones del Estado sean transparentes, es un derecho que tienen los ciudadanos en una verdadera democracia.
Cuánta verdad es admisible es algo que deberá decidirse también en el horizonte inestable, y en las batallas, de la opinión pública.
No es malo ser realista, lo malo es olvidar que la realidad es compleja y cambiante. Algo que suele olvidar Joaquín Villalobos. (FIN/27.03.09)

Por Álvaro Rivera. Publicado en Contra Punto

Utilización del “traidor”: lección para la derecha

La recién finalizada campaña electoral ha dejado muy mal herido al bando de la derecha; no debiera ser así si la democracia estuviera bien cimentada.

En otros países todo se celebra con más mesura, el triunfo o la derrota. Nadie patalea ni se pone eufórico; nadie se siente herido ni acreedor de un proceso que es construido por inmensos colectivos de hombres y mujeres.

Dado el caso, los liderazgos fracasados renuncian y saltan jóvenes que toman el timón para enrumbar el barco.

En El Salvador históricamente ha pasado lo contrario: el ganador se frota las manos en señal de júbilo inaudito, mientras el perdedor se encoleriza y culpa a los demás de su derrota.

De las pasadas elecciones del 15 de marzo estamos viendo signos nuevos: un presidente electo conciliador y un derrotado que propone una oposición constructiva.

Todo ello es formidable. Sin embargo, esta recién finalizada campaña fue dura, agobiante y prolongada para la ciudadanía. Vencedor y vencido deberían pedir perdón por ello, así como el exceso de gastos en tiempos de reverenda crisis.

Hay por otra parte, un hecho que la derecha política debe desechar para sus próximas campañas proselitistas: el infligir miedo, y para ello usar a personajes cuestionados socialmente por su pasado reciente, como es el caso de Joaquín Villalobos, entre otros, que fue parte de la ex guerrilla.

¿Quién podría confiar en Villalobos y algunos de sus ex cercanos colaboradores durante la guerra como para que se otorgue el derecho que querer aleccionar a la sociedad salvadoreña? Muy poca gente. Creo que lejos de sumar, restó a la derecha.

Sencillamente. El “uso” de este tipo de personajes se hace para tratar de desmoralizar al adversario. Se ha tenido la falsa idea o se ha creído que Villalobos tiene alguna credibilidad en el adversario de la derecha o en sectores  no partidistas. Pero ello no es cierto. En el seno de la izquierda, incluso, en la izquierda moderada, Villalobos es visto como “traidor” y al “traidor” nadie le otorga credibilidad.

Villalobos, después de la firma de la paz puso al descubierto, y por su propia boca, que había participado en asesinato de Roque Dalton y en la desaparición de su cadáver, con lo cual su capital político social se vino abajo. Sin embargo, era lo ético y lo moralmente aceptable.

Hoy trata de lavar su crimen con la retractación pública de algo que está grabado con su propia voz y revisado con su propia letra: su confesión en el crimen de Dalton.

Villalobos no paró ahí: se inmiscuyó en varios proyectos, desde el antifaz socialdemócrata, pasando por el liberalismo y por último, como democristiano; unas veces académico y otras veces agitador en la trinchera de la derecha. Todas estas batallas las ha perdido.

Su augurio sobre la desaparición del Fmln y su imposibilidad de ganar presidenciales, se estrelló contra el muro de la realidad el 15 de marzo pasado.

Por otra parte, gente como Villalobos tienen un ingrediente peor. ¿Quién de los líderes de la derecha y de los grandes empresarios le puede tener respeto y confianza? Miedo quizás.

Hay que recordar que Villalobos tiene responsabilidad directa en el asesinato de Roberto Poma y de los alcaldes de la Democracia Cristiana.

La derecha no debe decir nunca más “borrón y cuenta nueva”, sino que debe escudriñar en los escombros de su derrota todas estas verdades. Ahí encontrará argumentos y bases para su refundación. (FIN/27.03.09)

Por Juan José Dalton. Publicado en Contra Punto

La otra negociación

Gran parte de los jefes de la ex guerrilla son ahora productores agrícolas, en condiciones precarias o potenciales una buena parte, pero tanto la reforma agraria de 1980, como el programa de transferencia de tierras del Acuerdo de Paz, acabaron prácticamente con el problema de la tierra como fuente de conflicto.

Los programas lograron contener brotes de violencia de los ex guerrilleros, pero no han sido económicamente exitosos debido a la pérdida de importancia del sector agrícola en el país, y al sabotaje que sectores de la extrema derecha hicieron a la reinserción del FMLN. La secretaría de la Reconstrucción Nacional durante 1992 y 1993 retardó cuanto pudo los programas. Entre otras cosas entregaba los créditos cuando la época de siembra (lluvias) se había iniciado, para que los ex combatientes fracasaran. Se temía que un éxito productivo de los ex guerrilleros le diera poder económico a la izquierda.

En el orden de la viabilidad de un acuerdo de paz, no solo cuenta el balance militar de fuerzas, sino un amplio rango de aspectos, como las alianzas internacionales ideológicas o comerciales y la estructura económica de la sociedad. En El Salvador todos estos elementos se habían movido favorablemente a principios de los 90s y eso reforzó la oportunidad de la paz.

La economía de El Salvador fue transformada por las remesas familiares enviadas por la población que emigró a Estados Unidos, y por la Reforma Agraria ejecutada en 1980. Esto permitió que el sector agroindustrial y financiero se sobrepusiera a los terratenientes. Los agroindustriales, encabezados por Alfredo Cristiani, estaban a favor de la democratización y la paz. El balance de fuerzas los determinó básicamente: el empate militar; la dimensión del conflicto; un proceso democrático que desde 1982 avanzó paralelo a la guerra, con elecciones cada vez más libres; una correlación internacional que estaba a favor de la democratización y el fin de la guerra fría.

Eso último permitió que las causas internas del conflicto tomaran el primer plano. Sin embargo, la condición indispensable para el acuerdo fue el balance militar y, dentro de este, la ofensiva militar de la guerrilla en 1989 fue el factor decisivo, por el impacto sicológico que significó llevar la guerra a la capital y a las propias zonas residenciales de los grandes empresarios.

En Argentina fue la derrota militar del ejército a manos del ejército británico en Las Malvinas, en 1982, lo que permitió procesar militares por violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura. En general es siempre la correlación de fuerzas la que establece la forma en la que habrá que tratar el pasado.

Todo esto que hemos planteado ayuda a esclarecer que el tema de la justicia no solo integra aspectos en el orden moral o jurídico, sino también el contexto político. Esto lleva a considerar que el punto principal es evitar es evitar la repetición de las violaciones a los derechos humanos y terminar con la impunidad. Las formas y mecanismos para lograrlo están determinadas por la correlación de fuerzas, esta da la pauta de cuánto castigo y cuánta verdad son posibles y necesarios para hacer justicia

Por Joaquin Villalobos. Publicado en Centroamerica21

El FMLN promete unidad, justicia social y democracia en su futuro Gobierno

El izquierdista FMLN prometió hoy a los salvadoreños que fomentará la unidad, la justicia social y la democracia en el Gobierno de Mauricio Funes, quien jurará como presidente de El Salvador el 1 de junio próximo.

La Comisión Política del partido afirmó en un comunicado que su triunfo en las elecciones del pasado 15 de marzo hizo que los salvadoreños demostraran "ante el mundo su madurez democrática y estatura política".
Funes, un periodista de profesión, se convirtió en presidente electo del país al vencer a Rodrigo Ávila, quien buscaba un quinto período consecutivo de Gobierno para la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), antiguo grupo guerrillero, aseguró que el Gobierno de Funes tiene el compromiso de fomentar "la unidad nacional" a fin de "llevar al país al camino del desarrollo humano, la democracia y la paz".
El triunfo de Funes constituye un hito en la historia de El Salvador por alcanzar por primera vez el poder para la izquierda, después de décadas de dictaduras militares, una de las causas del conflicto armado registrado entre 1980 y 1992, y de 20 años de permanencia en el poder de un partido de derecha.
La Comisión Política del FMLN afirmó que con su triunfo "se abren ahora para El Salvador nuevas avenidas para avanzar con determinación hacia la justicia social, mediante la superación de la pobreza, la exclusión y las enormes desigualdades en la sociedad".
Además, enfatizó que se "presentan nuevas oportunidades para inaugurar una ruta de crecimiento con equidad, fomentando la inversión productiva y la generación de empleo decente".
Funes asumirá el cargo el 1 de junio y se prevé que el próximo martes se reúna por primera vez con el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, para iniciar el proceso de transición de la administración estatal.

Fuente Agencia EFE. Publicado en http://salvadorenosenelmundo.blogspot.com/

ESTE PUEBLO APRENDERÁ A SONREIR, SER VERDADERAMENTE ALEGRE, CUANDO SE REALICE UNA VERDADERA TRANSFORMACIÓN (Monseñor Romero 16-12-1979).

Cuando se habla de un presidente electo se está hablando de un nuevo gobierno y de Mauricio Funes, en el discurso de este, el 15 de marzo por la noche, incorporó en su texto la referencia a Monseñor Romero y éste resulta ser, en un país como el nuestro, el compromiso mas comprometido que alguien puede asumir, es casi poner su pellejo como condición, de cumplimiento ciertamente la opción preferencial por los pobres significa partir de los pobres...

He recibido una carta maravillosa de un poblador del Bajo Lempa, este escribe en medio del calor abrumante de la zona y su pluma palpita de emoción y de convicción cuando se refiere al mejor de todos los salvadoreños, al mas universal, al mas valiente, al mas modesto, al mas honrado, al mas consecuente, al mas grande y al mas mínimo, al mas firme y al mas tierno, a Monseñor Romero y me dice este poblador:
“Aquí en bajo Lempa nuestras comunidades están alertas el miedo desapareció porque tenemos a un nuevo presidente electo que quiere gobernar con una opción preferencial por los pobre, inspirados por nuestro querido pastor y mártir Monseñor O. A Romero quien en estos días estamos conmemorando, ya 29 años de su martirio”.
Este mensaje expresa una psicología que relaciona la alegría y la victoria, en este caso se trata de la victoria sobre el miedo promovido y cultivado por las derechas y, de la alegría por tener a un presidente electo que se inspira en Monseñor Romero, en efecto aquí tenemos dos piezas maestras para construir un pueblo seguro de sus avances hacia la libertad, la justicia y la paz.
Cuando se habla de un presidente electo se está hablando de un nuevo gobierno y de Mauricio Funes, en el discurso de este, el 15 de marzo por la noche, incorporó en su texto la referencia a Monseñor Romero y éste resulta ser, en un país como el nuestro, el compromiso mas comprometido que alguien puede asumir, es casi poner su pellejo como condición, de cumplimiento ciertamente la opción preferencial por los pobres significa partir de los pobres, de sus intereses, angustias y esperanzas y en un mar de pobres y de pobreza, esto puede significar, para un gobierno, mucho respaldo y apoyo popular lo que también puede significar, en una sociedad polarizada como la nuestra, fricción y desencuentro con los poderosos, a menos que los pobres decidan defender los intereses de los poderosos o que estos decidan defender los interese de los pobres.
El poblador me sigue escribiendo y me dice “yo me doy cuenta que hay que dar a conocer a Monseñor Romero porque por ejemplo nuestros jóvenes son completamente ignorantes con respecto a esta persona tal emblemática de la historia contemporánea de E. S., en la vigilia del sábado pasado participó una muchacha Escocesa, tú sabes donde se ubica Escocia, la tierra de los pictos, mucho frío y niebla allá, cielos grises casi todos los días del año, toman mucho Whiskey para calentarse el cuerpo, gente robusta, pelo rojo. Esta señorita contó que allá en su escuela enseñaron sobre la vida de Monseñor. Imagínate, en Escocia, y aquí en El Salvador?”. Esto es muy cierto, por que monseñor es amado por el pueblo, odiado por las oligarquías y las derechas y, muy probablemente, temido por el Vaticano; por eso el silencio oficial es sepulcral, en tanto que el pueblo pobre ha hecho santo del pueblo a Monseñor y no está esperando al procedimiento del Vaticano, y aquí tenemos un punto que el nuevo gobierno deberá tomar con vehemencia para dar a conocer la vida, pensamiento y sacrificio del salvadoreño mas universal.
Sigue diciendo el poblador, “en los años que estoy viviendo en el Bajo Lempa, nunca he visto tantas sonrisas como en estos días…. Pero nos damos cuenta que es una victoria vulnerable y que mas que nunca hay que trabajar duramente… ojalá Mauricio y su futuro gobierno vayan a ser capaces de encarnar estas palabras proféticas de Monseñor”. Sigue escribiendo el poblador “como tú dijiste en una entrevista en los últimos días: van a tener que oler a sudor, a tierra, al pueblo con esperanza… sí, es un tremendo trabajo…. Aquí sabemos lo que es sudar, el olor de la tierra, el polvo… me gustó mucho tu referencia a las palabras de Jesús de Nazaret, tierra de polvo ahí en palestina: vino nuevo en envases nuevos… no se puede remendar un vestido viejo con un pedazo de tela nueva… se romperá… hay que cambiar todo”.
Este es el punto, porque si el nuevo gobierno no cambia al régimen político, es decir a la filosofía y la ideología que inspira al gobierno, entonces el cambio no es sino un recambio y el nuevo gobierno se dedicará a hacer lo que ARENA no hizo o a hacerlo mejor, cuando de lo que se trata es de cambiar la forma del estado, el sistema de gobierno y el régimen político, en otras palabras: para un vino nuevo se requiere un odre nuevo.

Por Dagoberto Gutierrez. Publicado en Tendencia Revolucionaria

Columna transversal: Banderas rojas

En la noche del 15 de marzo -ya se sabe que el próximo presidente de la República se llamará Mauricio Funes- un vehículo cruza la ciudad capital. .

Es de los pocos que esta noche no llevan banderas rojas. La Colonia Escalón es escenario de la fiesta de triunfo del Frente. Viajan en silencio tres ex-guerrilleros del FMLN histórico. No están de fiesta, por nada. Son de los dirigentes que hace años se separaron del FMLN, excomulgados por defender posiciones heréticas no tan diferentes como ahora las usó Mauricio Funes para ganar las elecciones.
No han apoyado a Funes. No por simpatía a ARENA, sino por antipatía al partido FMLN, partido que sus ex-compañeros han privado de su pluralidad, su democracia interna, su creatividad basada en diversidad...
Viajan en silencio, viendo el mar de banderas rojas en la Escalón, precisamente donde ellos, hace 20 años, hicieron llegar la ofensiva guerrillera.
De repente uno de ellos, viendo las caras largas de sus compañeros, rompe el silencio: “¿Y no para eso nos dimos riata en la guerra?”
El otro: “¿Para que estos babosos vengan 20 años después a izar banderas rojas en la Escalón? ¡No jodas, yo no me di verga para esto!”
“Nombre, para que cualquiera, aunque te caiga mal, puede ser presidente, si la mayoría así decida. Para esto luchamos, ¿o no?”
Yo también pasé por esta misma zona, en esta misma noche del 15, regresando del canal 12. Y tuve exactamente esa misma sensación de que la historia nos estaba jugando una broma.
Qué ironía: Hace 20 años estábamos dispuestos de perder la vida para ver la bandera roja ondear en Casa Presidencial – y hoy no siento alegría ninguna al ver este mar de banderas rojas en la Escalón. Ya no veo en el rojo de la bandera el símbolo de la esperanza y de la lucha por la libertad, sino el símbolo de ortodoxia, autoritarismo, retórica nostálgica...
Qué ironía: Cuando ya nadie en el mundo marcha bajo banderas rojas, vienen estos y van a elecciones con banderas rojas... ¡y ganan! La última bandera roja del mundo, izada en El Salvador, entre todos los lugares del planeta...
Que ironía: Al fin gana la izquierda, uniformada de rojo, cantando las canciones de anteayer, gritando las consignas de ayer, rezando al Che y a Farabundo como si fueran santos. Y en vez de sentir alegría y satisfacción, a muchos ex-guerrilleros nos entra preocupación: No vaya ser que los que hoy marchan con banderas rojas piensen que al fin han ganado la guerra... y actúen así.
Porque la guerra nadie la ganó y nadie la perdió. La terminamos negociando entre todos, sin excluir a nadie de la nueva república. Esta concepción de la paz y de la democracia hay que defenderla contra las actitudes revanchistas de donde provengan, derecha o izquierda. Contra los que siguen cantando “El Salvador será la tumba de los rojos’ - y contra los que siguen gritando “¡Revolución o muerte, Venceremos!”
¿Quiénes están dispuestos a defender lo que logramos como sociedad con los Acuerdos de Paz? Gente de izquierda y de derecha que se cansaron de gritar tonterías y rendir homenaje a protagonistas de la guerra fría convertidos en estatuas de bronce. De esa gente cansada de imperativos ideológicos, una buena parte marcó la bandera roja del FMLN, porque cree que el cambio prometido por Mauricio Funes también incluye la renovación de su partido; otra parte marcó la bandera de ARENA, porque cree en la apertura y las reformas que prometió Rodrigo Ávila. No importa, a la hora de tener que defender la democracia, se unirán.
Aquí ya no hay mayoría para regimenes autoritarias. El FMLN no pudo ganar sin la camisa blanca y el discurso reformista de Funes. Y ARENA ya no se atreve ir a las elecciones sin un programa reformista como el de Ávila.
Eso ya es ganancia.

Por Paolo Lüers. Publicado en siguiente pagina.

Estado salvadoreño en deuda con las víctimas del conflicto armado

El Estado salvadoreño deberá responder a las  víctimas del conflicto armado de los años ochenta y a sus familiares, mediante indemnizaciones morales y económicas, dictó la resolución del Tribunal Internacional de Justicia Restaurativa, que concluyó su trabajo de juzgamiento de los casos presentados.

Por Gloria Silvia Orellana
Tomado de Diario Co Latino

Gobierno del pueblo? Solo si reformamos el nuevo código electoral

Con la llegada de Mauricio Funes a la presidencia de la República el 1 de junio próximo, llega también la esperanza que el nuevo gobierno impulse las reformas al Código Electoral que permitan a los ciudadanos escoger a sus propios representantes en la Asamblea Legislativa y que no sean los partidos políticos que tengan el monopolio de hacerlo ellos, sin intervención de la voluntad popular.

Escrito por Ernesto Rivas Gallont. Publicado en http://blog.netorivas.net/