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2010/03/31

BBC Mundo - América Latina - El Salvador: Romero, el hombre y el mito

Escrito por Julián Miglierini. 31 de Marzo. Tomado de BBC Mundo.

Enviado especial de BBC a El Salvador

Pese a que el Vaticano aún no lo ha beatificado, muchos llaman a Oscar Romero "El Santo de América".

Es que el legado del Arzobispo de San Salvador, asesinado mientras celebraba una misa hace exactamente treinta años este miércoles, parece reforzarse con el paso de los años - y en ningún lugar esto es tan evidente como en El Salvador, donde su nombre, rostro y prédica son omnipresentes.

"Lo que hizo su asesino fue lograr que tres generaciones sigan pensando en él (en Romero)".

Omnionn, miembro de la banda de hip hop Pescozada.

Pero la historia de Romero -y su trágico final- son también un recordatorio amargo de los años violentos por los que pasaba este país en su época.

Su muerte y los violentos choques durante su funeral en la plaza principal de San Salvador despertaron el repudio de la comunidad internacional y avergonzaron al gobierno de Estados Unidos, que en ese momento era visto como un aliado del gobierno de derecha salvadoreño.

Pero, más que nada, confirmó lo que muchos -incluido el mismo Romero- temían: que el país había comenzado a transitar de manera inevitable el camino de la violencia, que en la siguiente década dejaría más de 70.000 víctimas.

Durante sus tres años como Arzobispo, Romero pidió insistentemente el fin de esa violencia y defendió el derecho de los más pobres de El Salvador de organizarse para pedir cambio.

Eso lo hizo un enemigo de la oligarquía que controlaba el país en ese entonces, y también lo enfrentó con partes de su propia Iglesia Católica.

"El Arzobispo Romero era la persona más amada y más odiada de este país", Ricardo Urioste, asistente personal de Romero, le dijo a BBC Mundo. "Y como Jesús, fue crucificado".

clic ¿Qué representa Monseñor Romero?

Años de violencia

Ejecuciones sumarias, secuestros, desapariciones y torturas eran moneda corriente en El Salvador de fines de los años 70.

Irma, joven devota de Romero

La adoración de Irma por Romero no ha cambiado en 30 años. Irma posó junto a él para una foto emblemática reproducida en este cartel.

La frase "Haga patria, mate a un cura" estaba escrita en muchas paredes del país, indicando que los prelados católicos que apoyaban la insurgencia campesina eran también un objetivo para los escuadrones de la muerte que aterrorizaban el país.

Muchos creen que fue uno de esos escuadrones el que llevó a cabo el asesinato de Romero, que nunca fue investigado de manera apropiada por la justicia salvadoreña.

Y otros varios creen que el mayor Roberto D'Aubuisson, un líder militar que fue entrenado en la Escuela de las Américas en Estados Unidos, fue el autor intelectual del asesinato de Romero.

Entre esos está Marissa, una hermana del propio D'Aubuisson.

"Creo que es muy probable, demasiado probable. Mi hermano y el grupo de gente que lo rodeaba dijeron públicamente que Romero estaba destruyendo la iglesia con sus sermones llenos de odio", le dijo a BBC Mundo.

En sus homilías dominicales, trasmitidas por radio a todo el país, Romero mencionaba los abusos ocurridos en la semana a manos de las fuerzas de seguridad.

En todas las casas se escuchaba su homilía. Gente común, como trabajadores, pero también las autoridades -los militares, el presidente, los políticos.

Carlos Ayala, periodista que entonces era seminarista.

"En todas las casas se escuchaba su homilía. Gente común, como trabajadores, pero también las autoridades -los militares, el presidente, los políticos", recuerda Carlos Ayala, un periodista que en ese momentos era seminarista.

En un país donde no existía la verdadera libertad de expresión, asegura Ayala, "estas transmisiones eran la forma de saber lo que estaba pasando de verdad".

Bendición

A través de estas transmisiones y sus visitas pastorales, Romero alcanzó a personas en los rincones más remotos de El Salvador; muchas de ellas lo recuerdan vívidamente.

Irma es viuda, madre de tres niños, que ahora vive en un suburbio pobre de El Salvador pero creció en Los Sitios Arriba, un pequeño caserío en una de las zonas más pobres en el norte del país.

Cuando Irma tenía seis años, Romero visitó el pueblo y se tomó una fotografía con Irma y su primo, en una imagen que se ha transformado en una de las más icónicas de la época de Romero como Arzobispo.

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Sentada a pocos metros de la iglesia donde esa foto fue tomada, Irma recuerda el momento con cariño.

"Mi abuela me llevó a la misa con Monseñor Romero. Y me dijo que lo salude, me acerqué, y me tomó en sus brazos", dice Irma. "Para mí ese fue un momento muy especial, una bendición de Dios y de Monseñor Romero".

Su adoración por Romero no ha cambiado en estos treinta años.

"Él llenó nuestos corazones de fe, y de fuerza para creer más en Dios".

¿Ícono comercial?

La capilla en la que Romero fue asesinado permanece casi intacta; sirve, como en ese entonces, como el lugar de oración para los pacientes de un hospital de enfermos de cáncer.

El Salvador como país sí ha cambiado.

Hombre mostrando foto del arzobispo Romero

La figura de Romero es onmipresente en camisetas, murales y en canciones de hip hop.

Sin embargo, el desarrollo económico y los avances democráticos se ven contrastados por la violencia que azota al país con las "maras", las pandillas callejeras que muchos ven como herederas de la violencia de los años de guerra civil en el país.

La composición económica del país también se ha modificado: como en otros países de la región, se ha producido un significativo éxodo de fieles católicos a iglesias evangélicas protestantes.

Según un estudio de la Universidad Centroamericana, más del 38% de los salvadoreños hoy pertenecen a una de estas iglesias, que así han duplicado su presencia en sólo 11 años.

Lo que diría Oscar Romero de este éxodo es imposible saber. Pero su figura, hoy, va más allá de la religión e, incluso, se acerca a lo comercial.

Omnionn es miembro de Pescozada, una banda de hip hop salvadoreña que ha dedicado una canción, titulada "La Voz de los Fuertes", a Romero.

Según él, la omnipresencia de la figura de Romero en El Salvador -en camisetas, murales y también canciones de hip hop- demuestran que el intento de silenciarlo fracasó.

"Lo que hizo su asesino fue lograr que tres generaciones sigan pensando en él", dice Omnionn.

Esto parece reflejar la predicción que Romero mismo hizo sobre su futuro antes de su muerte.

Si me matan, dijo casi proféticamente, "resucitaré en el pueblo salvadoreño".

BBC Mundo - América Latina - El Salvador: Romero, el hombre y el mito

BBC Mundo - Ciencia y Tecnología - No hay solución al cambio climático, advierte académico

 31 de Marzo. Tomado de BBC Mundo.

Redacción

BBC Mundo

 

La metáfora de la Tierra como un organismo Lovelock la concibió en los años '60.

"Es demasiado tarde para salvar al planeta".

Ésta es la conclusión del profesor James Lovelock, el polémico científico británico de 90 años que desarrolló la Hipótesis de Gaia, una teoría que sugiere que la Tierra es una vasta unidad cuyos componentes interactúan, manteniendo un equilibrio, que, durante miles de años, ha favorecido a la especie humana.

En entrevista con la BBC, Lovelock aseguró que la única esperanza de cara a un cambio climático completamente impredecible, es que que la Tierra se "haga cargo" de sí misma.

Y aunque las palabras del científico no son muy alentadoras, no atribuyó la responsabilidad a los seres humanos por el estado en el que se encuentra el planeta.

"Nosotros hemos apretado el gatillo, pero no somos culpables. No nos propusimos deliberadamente calentar el mundo, pero como resultado de lo que hicimos -construir civilizaciones-, iniciamos un cambio", afirmó Lovelock.

Modelos vs. realidad

No nos propusimos deliberadamente calentar el mundo. Pero como resultado de lo que hicimos -construir civilizaciones-, iniciamos un cambio

James Lovelock, científico británico

Por otra parte, el experto predijo que el clima de la Tierra no se acomodará de forma conveniente a los modelos climáticos elaborados por los científicos.

"Si tomas la última Edad de Hielo (...) pasaron cerca de 2.000 o 3.000 años hasta que la temperatura se calentó en 5º y no fue una curva suave y pareja como predicen los modelos, sucedió como una serie de sacudidas y saltos", aseguró el experto.

"Subió hasta la temperatura que casi tenemos ahora, al final de la Edad de Hielo, luego disminuyó hasta temperaturas más bajas incluso que durante la Edad de Hielo y se mantuvo así por cerca de mil años, hasta que otra vez subió", explicó el científico.

Esto, añadió, es lo que explica que no haya subido la temperatura en este siglo y el hecho de que hayamos tenido uno de los inviernos más fríos en años, no sólo en el Reino Unido, sino también en el resto del hemisferio norte.

Disfrutar mientras sea posible

En cuanto a las soluciones de geoingeniería que muchos proponen para frenar el calentamiento global, Lovelock se mantuvo escéptico.

Disfrutar la vida mientra se pueda, es la propuesta del experto.

Detrás de estas propuestas "no hay buena ingeniería práctica, lo que hay es ideología e intereses económicos. Europa tiene una obligación enorme en términos de energía renovable y subsidios para desarrollar energía renovable. Y esto es un buen negocio. Por eso no será fácil frenarlo"

"Pero en realidad", afirmó el experto, "no funciona".

En síntesis, los intentos por salvar al planeta, en opinión de Lovelock, no tienen ningún sentido. Sencillamente "porque no podemos hacerlo. No somos lo suficientemente inteligentes para hacerlo", le dijo el científico a la BBC.

"Si se va a salvar, se va a salvar a sí mismo, como siempre lo ha hecho. Así que lo mejor que podemos hacer es disfrutar de la vida mientras podamos", concluyó Lovelock.

BBC Mundo - Ciencia y Tecnología - No hay solución al cambio climático, advierte académico

Simpatizantes del FMLN-Celebran 80 aniversario del Partido Comunista de El Salvador (PCS)

 31 de Marzo. Tomado de Simpatizantes del FMLN.

SERVICIO INFORMATIVO ECUMENICO Y POPULAR
www.ecumenico.org   rpineda59@yahoo.com
Celebran 80 aniversario del Partido Comunista de El Salvador (PCS).

SAN SALVADOR, 25 de marzo de 2010 (SIEP) “Gracias por atender a nuestro llamado para celebrar el 80 aniversario del Partido Comunista de El Salvador, los jóvenes estamos ansiosos por conocer la historia de las luchas del pasado…” expreso Melissa Márquez, de 24 años, Directora del Centro Cultural Nuestra América.

Damian Alegría, diputado del FMLN, inauguro la actividad explicando que “nuestro camarada Alfredo Acosta no se hará presente por razones de salud” y saludando  a los presentes, entre quienes se encontraban exmilitantes del PCS y de las otras cuatro organizaciones revolucionarias que originaron el FMLN.

Damian Alegría inicio conversatorio

Indico Alegría que “el PCS surgió en un momento de profunda crisis del sistema capitalista que golpeo a los trabajadores y que genero una situación revolucionaria  en el marco de la cual los de abajo ya no querían ser gobernados como hasta entonces y los de arriba ya no podían hacerlo…”

“Esta situación genero la insurrección campesina de enero de 1932, con un Partido Comunista con solo dos años de fundado, que tuvo el reto de encabezar este movimiento insurreccional y lo hizo…Farabundo Marti, Alfonso Luna, Mario Zapata, Miguel Mármol se colocaron  a  ala cabeza de  este esfuerzo; todos sabemos lo que paso: Farabundo fue capturado, hubo cambio de fechas de la insurrección y al final los militares controlaron la situación y provocaron un gran baño de sangre; 30, 000 asesinados registra la historia…”

“El Partido Comunista fue diezmado, tuvo que sobrevivir en la mas profunda clandestinidad…pero siguió trabajando, organizando y el partido de los comunistas participa en las jornadas gloriosas de abril y mayo de 1944 para derrocar al dictador Martínez; en los años 60 lucha por la autonomía universitaria; impulsa en 1966 la candidatura del Dr. Fabio Castillo a través del PAR; construye en 1971 junto con socialdemócratas y democristianos, la coalición política Unión Nacional Opositora;  y desarrolla una estrategia de lucha electoral que educo políticamente a miles de salvadoreños.”

“En 1980 surgen las FAL como expresión de la necesidad de enfrentar militarmente  a la dictadura militar, para estos teníamos la experiencia de los Grupos de Acción Revolucionaria, de los GAR…que fueron nuestros núcleos iniciales de guerrilla urbana y guerrilla rural…y contribuimos a forjar un solo movimiento armado, el FMLN, que enfrentara a la dictadura militar…y el PCS y sus FAL participan de este proceso de lucha revolucionaria que duro 12 años como parte del FMLN.”

Jorge Schafik Handal interviniendo

“En 1992 tienen lugar los Acuerdos de Paz y tres años después en 1995, para fortalecer nuestro papel, se asume el acuerdo de disolver las estructuras de nuestras cinco organizaciones revolucionarias y funcionar únicamente como FMLN…entonces los comunistas que proveníamos del Partido fundado en 1930 estamos ahora en el FMLN…”

“El PCS a lo largo de su larga vida de 65 años enfrento diversos retos, entre los que sobresalen los siguientes: en el 32 encabezar la insurrección; en el 44 participar en el derrocamiento de Martínez;  en los años 70 contribuir mediante la lucha electoral a la concientización de los trabajadores, en los años 80 incorporándose a la lucha armada contra la dictadura militar…nosotros, los comunistas dentro del FMLN seguimos pensando que el socialismo que significa mas democracia, es la solución a los problemas de nuestro país  y podemos decir que nos sentimos orgullosos de la contribución a la unidad y al avance revolucionario de nuestro pueblo.”

Erick Mena, de los veteranos de Guerra, compartió que “a mi me tomo cinco años para ingresar al Partido Comunista y ya estando en el frente de guerra, siendo ya guerrillero…pienso que debemos a la vez que profundizamos y avanzamos en lo electoral no olvidarnos del movimiento social, de organizar las luchas de nuestro pueblo como lo hacíamos antes…”

Ramón Suárez, conocido en la guerra como el Comandante Barba Roja, dijo: “saludos calurosos, fraternos a todos y todas: el PCS fue un instrumento de lucha del pueblo salvadoreño; su primer instrumento de lucha revolucionaria, y en 65 años tuvo muchos aciertos pero también muchos errores…incluso durante la conducción en 1932 de la primera insurrección armada cometió errores, los revolucionarios debemos ser autocríticos…”

Documentalista salvadoreño canadiense Víctor Regalado asistió a acto conmemorativo

“Cada organización revolucionaria jugo su papel histórico y esto ha permitido crear este gran instrumento de lucha revolucionaria que es el FMLN…pero debemos de reconocer que cuando el PC en una reunión toma la decisión de incorporarse a la lucha armada hubo oposición, sobre todo de cuadros que hacían trabajo en la legalidad, en los medios sindicales y en la UNO; yo no estaba en ese pellejo, pero comprendo su situación…pero la mayoría nos quedamos y nos incorporamos, nos lanzamos a la lucha armada, unos pocos se perdieron, quedaron como amigos y ya no como militantes…”

“Las FAL cumplieron 30 años… el mismo día que asesinaron a Monseñor Romero, en una reunión de la Comisión Política definimos y tomamos la decisión del nombre, aunque ya operábamos, y ese día se constituyo el Estado Mayor de esa nueva fuerza; ¿Cómo se forman las FAL? Yo fui participe de ese proceso, en primer lugar, por el reclutamiento de militancia del Partido y de la Juventud; y en segundo lugar, por militancia del movimiento social que como PCS influenciábamos; había que garantizar los cimientos, la seguridad del andamiaje inicial…y dese ahí ir ampliando. Se tomo la decisión de disolver la Juventud Comunista para que no hubieran dos estructuras…Por otra parte, se adopto el principio estratégico de que el Partido conduce directa, total y absolutamente  al aparato militar, a las FAL…todo jefe de cualquier unidad militar era comunista, miembro del Partido y había células o sea había partido en cada unidad militar… 2

“En el pasado fuimos cinco fuerzas, y hoy somos solo una, el FMLN y contamos con dirigentes que han acumulado una experiencia impresionante, iniciando con la lucha social, luego la lucha electoral, la lucha político militar, y hoy de nuevo, en la lucha electoral…

Por su parte Caleb, del sector de Veteranos de Guerra, insistió en la necesidad de “que como FMLN recuperemos el pensamiento clasista, proletario. Hay que rescatar el sentido y la identidad de clase, hay mucha timidez en esto, la identidad de clase, la ideología de clase nos garantiza una disciplina que necesitamos para encarar los nuevos retos de la lucha de clases en El Salvador, si no podemos perdernos…”

En respuesta, Jorge Schafik Handal, diputado del FMLN, sostuvo que “debemos de ser cuidadoso para no encarnar un pensamiento sectario, que nos aísle de la acumulación de fuerzas lograda y no tome en cuenta los cambios de la estructura social y de esta forma permita que la derecha logre su propósito de separarnos de Mauricio Funes…hoy debemos de pensar en un planteamiento mas amplio…”

A su vez, Héctor Acevedo, diputado del FMLN, puntualizo que “deseo en primer lugar saludar la presencia en este acto de Salvador Guerra, exdirigente de las FPL. Aparte de las historias de los combatientes están las historias de los miles de revolucionarios que en estas lomas dejaron su vida; y con su sangre logramos lo poco que tenemos, corrimos mucho por esas lomas…con relación a la pregunta de la compañera sobre la posición del PCS frente a Arturo Araujo considero que si, se fallo, se pudo haber construido una mejor correlación de fuerzas en aquel momento…y sobre lo internacional considero que muchas cosas de nuestros países se parecen, y por eso es valioso conocer lo que pasa en el mundo…”

“¿Qué nos espera en el futuro? Por 40 años, parafraseando a Schafik, el PCS libro una lucha solitaria…pero luego surge la historia de la lucha armada desde los años 70, así como las luchas electorales de la UNO, que fueron el vivero donde se nutrieron las organizaciones político militares, y algunos surgieron precisamente de desprendimientos del Partido Comunista… “

“A los que seguimos siendo comunistas nos quedan como tareas seguir fortaleciendo el FMLN como instrumento revolucionario con disciplina, organización, conciencia, ideología. Dos, construir una fuerte raigambre popular. Ese un millón trescientos cincuenta y cuatro mil voto rojo, hay que organizarlo, visitarlo, mantenerlo informado, para sumar, mas, esta es una gran tarea. 3. Construir una gran alianza política, pero no estoy hablando de GANA (risas) debemos de reconocer que hay desprendimientos y anuncios que se incorporaran a otros partidos, debemos desplegar una gran campaña para fortalecernos y ampliar nuestras alianzas…y de nuevo parafraseando a Schafik: “solo se puede tener flexibilidad si hay firmeza ideológica…finalmente debemos de reconocer que no hemos dejado de avanzar y ha sido porque no henos dejado de soñar, porque los que vivimos soñando tenemos larga vida…”

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Co Latino-De promesas rotas a familias rotas | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Leonel Flores. 31 de Marzo. Tomado de Diario Co Latino.

Y volvimos a marchar… Sí, la comunidad inmigrante volvió a cifrar sus esperanzas en el gobierno de Obama y en la forma de hacerse sentir. El pasado 21 de Marzo, el centro de Washington se vio inundado de personas gritando al unísono que si se puede obtener un amparo migratorio, al mismo tiempo en que el congreso debatía sobre una de las reformas de impacto social más importantes en las últimas décadas.
La frustración de no tener una respuesta del gobierno de Obama en su primer año de gestión ha calado fuerte en la moral de nuestros compatriotas y de la comunidad inmigrante en general. La esperanza y el ímpetu con el cual los votantes latinos le dieron su fe y su corazón a través del voto a Barack Obama se han ido desvaneciendo a medida pasa el tiempo y no se ve una clara posición del gobierno a resolver, el ya obsoleto e inhumano, sistema migratorio en EE.UU.
Podría haber justificación en cuanto a este punto, que Obama ha enfrentado dos crisis, que a nivel de importancia en su agenda política tienen más prioridad que la reforma migratoria. Estas fueron: la crisis económica y la reforma de salud. La administración Obama ha gastado casi una cuarta parte de su periodo para poder hacerle frente a estos  problemas que le causaron grandes dolores de cabeza y lo que es peor, una caída estrepitosa de su popularidad. El presidente de la esperanza se ha ido convirtiendo para la comunidad inmigrante en el presidente de las promesas rotas.
En lo que va del periodo del Presidente Obama, se deportan más de mil personas diarias a sus países de origen. Según cifras oficiales, En el primer año de la administración Obama, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) deportó a 387 mil 790 inmigrantes, un incremento del 61.8 por ciento con respecto al promedio de 240 mil deportados anuales bajo el segundo periodo del gobierno de Bush. Esto nos hace dudar si hay una justificación del porque este presidente no ha tocado el punto de la reforma migratoria.
La pregunta del millón en las calles es: ¿habrá reforma migratoria integral? Es una pregunta muy difícil de contestar. Para que haya una reforma migratoria intervienen una gran cantidad de factores y actores. En primer lugar, volvemos a la voluntad política y a la aparición de nuevos líderes que abanderen esta iniciativa. Es justo y meritorio mencionar el liderazgo del congresista Luis Gutiérrez, quien en un brillante discurso retó a todo el mundo a luchar por una reforma migratoria justa y a no poner obstáculos, que el llamo excusas y falta de voluntad, hizo un llamado a los antiinmigrantes a no culpar mas a la comunidad latina de todos los males que adolece la nación y que al contrario, estos, pueden ser parte de la solución.
En segundo lugar, es de vital importancia el cabildeo de los gobiernos que cuentan con inmigrantes en este país y que su economía depende en gran medida del flujo de las remesas. Este cabildeo debe de ir enfocado no solo ha pedir la legalización de sus connacionales, sino también de comprometerse ante la administración Obama a trabajar para que las condiciones de vida en sus países mejoren y así evitar que la  emigración se vuelva un círculo vicioso.
Las organizaciones comunitarias también juegan un papel importantísimo, pero hasta ahora han actuado solas y a pesar de ello lo han hecho muy bien, han defendido a capa y espada a todo aquel inmigrante que es asediado y perseguido por el pecado de trabajar para llevarle el alimento a la boca a los suyos.
En todo proceso de cambio es crucial la participación ciudadana, si queremos ser aceptados en esta nación, hay que demostrar lo productivos que somos al país, tener buenas relaciones en la comunidad, respetar las leyes, pagar los impuestos, participar en forma cívica, aprender el idioma que acá se habla, educar a la gente que está a nuestro alrededor –especialmente a los anglosajones-  de como nosotros contribuimos enormemente a este  país y que a pesar de pagar impuestos no recibimos beneficio alguno.
Sin  la participación de todos los actores mencionados, y algunos otros que se pueden unir a la causa, la reforma migratoria integral seguirá siendo nada mas un sueño truncado y la historia de familias fragmentadas serían la triste escena de cada día en nuestras comunidades. El tiempo es el peor enemigo y muchos analistas sostienen que al menos un borrador de propuesta debe pasar al gobierno antes de Agosto de este año, ya que entrado el proceso electoral, cualquier esfuerzo puede ser politizado y condenado al fracaso.
La lucha debe de continuar, todos somos inmigrantes y ya estamos acá, no nos queda más que seguir lo que dijo el congresista Gutiérrez: «Son ustedes, el pueblo quienes empezarían a tomar las calles de todas las ciudades de Estado Unidos y exigir la reforma”.
Finalmente, si tan solo fueran promesas no cumplidas, no nos dolería como nos duele el saber que estas promesas rotas están terminado en familias rotas, lo expresa una pancarta mostrada en la marcha: “Señor Obama, usted es padre de familia al igual que nosotros, queremos que nuestros hijos vivan como los suyos… en familia”.

De promesas rotas a familias rotas | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Co Latino-¿Por qué la pobreza en el país? | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Carlos Girón S.31 de Marzo. Tomado de Diario Co Latino.

Una de las preocupaciones de medio mundo es la presencia de la pobreza en amplios estratos de la población en nuestro país, y por eso medio mundo también habla de fórmulas o programas de cómo combatirla para “acabar” con ella, aunque eso no será nunca posible, como lo dijo Jesús. Por supuesto, los gobiernos son los principales en incluir en sus planes de trabajo, proyectos y campañas para auxiliar a los grandes núcleos poblacionales que viven en la pobreza y hasta en la extrema pobreza. En los presupuestos reservan partidas especiales para esos propósitos.
Pero, el caso es que aunque se destinara el presupuesto entero de todos los años para ayudar a los pobres, éstos no desaparecerían; antes bien, tenderían a aumentar. Porque a mucha gente pareciera que le gusta ser pobre, estar en la pobreza, en la miseria, primero para que otros se ocupen de ayudarles, y segundo, porque no piensan, no intentan, no se esfuerzan como debe ser para salir de tal condición.
Una prueba a ojos vista se mira en el caso de las familias que reciben remesas de parientes que las envían de afuera, particularmente de los Estados Unidos, a donde se marcharon para buscar trabajo y tratar de mejorar su situación y superarse. ¿Qué pasa con las remesas recibidas? Nada. No pasa nada porque a poco de recibidas, se disipan, no queda nada. Los recipiendarios se apresuraron a derrocharlas, dándose “la gran vida”, viviendo a lo rico, comprando mil cosas que para nada son indispensables.
Electrodomésticos, aparatos de sonido, dvd, teléfonos móviles de última generación, para toda la familia, ¡vaya si no!, con cámara y video, Internet (aunque no sepan manejarlo), además de esta o aquella ropa “de marca” para no ir atrás en la moda, especialmente las féminas. Eso es lo que las abuelas decían: pan para ahora, hambre para mañana. Porque así es. La gente se da gusto hoy; ya mañana verá cómo se las arregla. Además, para eso están las tarjetas de crédito. Las usamos a reventar y después… bueno, y ¿no allí está la Defensoría del Consumidor, pues?
No, en el ahorro no pensamos. Nadie piensa. Fijémonos que no se ve ni escucha ninguna campaña, de ninguna índole, ni privada, ni de entidades públicas, que tienda a fomentar, a educar al pueblo, a los niños y jóvenes, especialmente, al ahorro, a economizar algo de su dinero, de abstenerse de mil cosas de las que puede prescindirse sin sufrir ningún daño.
Lo que ocurre es lo contrario por el lado del sector privado. Yo digo que gran parte de éste es el responsable –culpable— de que no disminuya la pobreza en nuestro país y, lejos de eso, que aumente cada vez. ¿Por qué eso? Por lo que tenemos ante los ojos las 24 horas del día: la terrible publicidad por todos lados y todos los medios para inducir y fomentar el consumismo desbocado entre la gente.
Aparte de la cotidianidad de los anuncios publicitarios, de seguro ya muchos repararon en el espantoso bombardeo —peor que en una guerra— que desencadenan con su publicidad almacenes, tiendas, supermercados, distribuidores de automotores y todo lo que sea de vender, aunque sea o principalmente al crédito, uno o dos días antes y otros tantos días más, de las fechas de pagos para los empleados públicos y privados. La ignorancia irreflexiva de la mayoría de personas las hace caer en las trampas, viéndolas cómo vuelan a gastar su dinerito, especialmente en las “ofertas” y los “precios abajo del costo”, “ventas de corredor”, “ventas por inventario”, etc. ¡Ah, y los restaurantes, las discotecas y cervecerías! Allí no hay pobreza, ¡qué va! Allí todo es pura uva.
¿Y sabe qué? La pobreza de la gente le llega o penetra sin que se dé cuenta. Repare usted en la estratagema de todos los establecimientos comerciales mencionados. Aparte de eso de “abajo del costo”, usan otro que cala como torpedo que destroza un submarino: ¡SOLO HOY! ¡Ja! Allí no hay fuerza posible que detenga el impacto del torpedo. Las dos palabrejas profundizan hasta el fondo de la cabeza de la gente. Pero más que a la cabeza, a su mente subconsciente. Anidadas a ese nivel, las dos terribles palabras son capaces de mover la voluntad y llevar –sin que se de cuenta—a la persona a decidirse y no dejar pasar esa “única oportunidad”. No, sería tonto desaprovechar esas “atractivas” ofertas del día… aunque no se vaya a ocupar nunca el producto comprado.
Por eso digo que en gran parte son esos comerciantes los que fomentan y ahondan los niveles de pobreza del pueblo, pues no tienen escrúpulos en manipular la mente y la voluntad de los incautos y desprevenidos consumidores, con su publicidad subliminal, que por sus efectos perniciosos entre los grandes núcleos de población, hubo un tiempo en que se prohibió en los Estados Unidos y otros países, pero cuyas barreras terminaron por echarse abajo, como se demuestra en toda la publicidad de las grandes empresas transnacionales, así como en el cine y la televisión, y ahora el Internet.
Luchar contra todo eso es prácticamente una misión imposible, excepto para las personas sensatas, que piensan, que son observadoras, reflexivas, de carácter y fuerza de voluntad.
Pero eso lo descubre y aprende cada uno, pero hay que enseñarlo en las escuelas, los colegios, las universidades, las iglesias. Así al menos, disminuiríamos la pobreza mental y de carácter de muchos.

¿Por qué la pobreza en el país? | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Co Latino-Otra historia es posible | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por José M. Tojeira.31 de Marzo. Tomado de Diario Co Latino.

Si algo nos dice la Semana Santa es que otra historia es posible. El mundo tiene demasiados problemas. La falta de solidaridad, el hambre de muchos, las enfermedades no atendidas en los países sin desarrollo, las guerras motivadas por intereses económicos que desangran a los países pobres, la droga y sus guerras, la violencia en naciones como la nuestra, son muestras de una historia con graves dificultades.
Algunos no dudan en decir que existe en el mundo actual una guerra de los poderosos contra los débiles (Juan Pablo II), o desde el punto de vista ético, una auténtica guerra mundial de los ricos contra los pobres. Si comparáramos a nivel mundial la lucha contra la pobreza que hacen las instituciones internacionales, con la guerra real que los ricos llevan contra los pobres, tendríamos resultados desastrosos. Si las instituciones que luchan contra la pobreza logran salvar a cientos, los ricos que guerrean contra los pobres hunden a miles.
Frente a esta visión no optimista del mundo en que vivimos, la semana santa nos dice que otras historia es posible. Y nos lo dice a través de la persona de Jesús, el Cristo. Frente a la exclusión, la pobreza, el olvido y la guerra contra el pobre y el enfermo marginado, ya existente con claridad en su tiempo, Jesús tenía un programa claro: Estar al lado del pobre. Y estaba a su lado recordándole a los ricos que no podían servir a Dios y al dinero, avisando a los fariseos que la legalidad perfecta no servía de nada si no incluía como primera opción la misericordia, advirtiendo a sus discípulos que el poder tiende a corromper a quien lo ejerce y a someter a tiranía a quien está abajo, y que sólo el servicio desinteresado y humilde acercaba el Reino de Dios a la tierra. Profeta de la verdad, por dura que ésta fuera, no apagaba la mecha que humeaba.
Pues bien, esta nueva manera de ver la historia, donde lo importante es lo que se construye desde abajo y desde dentro, es lo que a fin de cuentas nos muestra la muerte y resurrección del Señor. El mundo que lo asesina es el mundo de quienes quieren construir la realidad desde el poder, desde la fuerza bruta, desde arriba, desde la cúspide la pirámide social, y desde fuera, alejados de los problemas reales de la gente. Pero la fuerza de la resurrección está en el que quiere construir la nueva convivencia humana desde abajo, desde la cercanía a los más pobres, a los leprosos a los que se consideraba apestados y nadie debía tocar, a los pecadores y oprimidos por el diablo. Desde abajo y desde dentro de los problemas. Sabiendo que el egoísmo institucionalizado, el poder visto como mecanismo de control humano, tiene una fuerza bruta absoluta y es capaz de matar el cuerpo.
Pero conociendo al mismo tiempo que todo lo que es espíritu, capacidad humana de amar desinteresadamente, anhelo de servir a los más pobres, de estar al lado de los que sufren, de arriesgarse por los débiles de este mundo, es indestructible. San Pablo diría después que la locura débil de Dios, que elige para predicar su evangelio a lo despreciado del mundo, es mucho más fuerte que cualquier fortaleza humana.
La semana santa, al hablarnos del triunfo de Jesús de Nazaret, nos habla también del triunfo de todos los que siguen su camino. Y aunque su yugo es suave y su carga ligera, con demasiada frecuencia queremos pactar con el mundo en que vivimos, utilizar los rasgos del poder que domina y ponernos en el arriba cómodo de los problemas, diciendo como los fariseos que yo no soy de esos. Jesús nos llama a todos a recordar nuestras debilidades. Y a creer en su resurrección. A creer en el triunfo del bien que se encarna entre los pobres, a estar seguros de la esperanza que anida en el corazón de los humildes, a confiar ciegamente en que la muerte por amor al prójimo acaba siempre produciendo vida.
Es cierto que en Semana Santa podemos y debemos descansar. Pero si de alguna manera no nos mueven las procesiones, los actos, las celebraciones, las representaciones de la pasión del Señor, a pensar y creer firmemente en que otra historia personal y social es posible, estos días que deberían ser también de reflexión pasarán como paja que se la lleva el viento.
El mundo necesita que el amor triunfe y que la esperanza para los pobres sea algo más que una palabra. Nuestra realidad salvadoreña necesita con urgencia cristianos que puedan decirle no a la violencia desde el pacifismo, que le repitan no a la pobreza desde la austeridad y el servicio, que se enfrenten a la corrupción y al poder que está seguro de sí, que cambien realmente la realidad.
Necesitamos una semana santa que sea realmente santa, no tanto por la religiosidad de sus actos, sino por los compromisos personales y sociales que engendre. En otras palabras, necesitamos una historia diferente. Esa historia duradera que se hace entre todos, desde abajo, desde las necesidades de los pobres, desde dentro de los problemas.

Otra historia es posible | 30 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

La Pagina-Modificar un vehículo es tan legal como vender pan francés (y III entrega)Diario digital de noticias de El Salvador

 Cualquier persona puede instalar un taller de reparación de vehículos y si tiene la capacidad hace modificaciones o tuning, la ley no se lo impide

Escrito por Jaime Ulises Marinero.31 de Marzo. Tomado de La Pagina.

De un automóvil se puede modificar todo menos el número de chasis grabado. Absolutamente todo, desde lo más sencillo que es el color, hasta lo más complejo que es el motor.

No hay, en el país, ninguna ley que prohíba la modificación de vehículos, ni siquiera se debe sacar un permiso especial para hacer estas modificaciones. Cualquiera instala un taller y si tiene capacidad hace las modificaciones que se le antojan al cliente.

Es el cliente el que tramita as modificaciones en SERTRACEN por si los cambios son evidentes, por ejemplo si se cambia color y si se cambia la serie de motor. Generalmente el color original se mantiene de fondos y lo que se le agregan son colores artísticos.

LA PÁGINA visitó cuatro talleres donde se modifican vehículos en las colonias La Rábida, Ciudad Merliot, Layco y Miramonte y en todos ofrecieron sus servicios, acompañados de recomendaciones, por precios que oscilan desde $1,000 hasta $25,000, dependiendo del “tuning” (modificación) que se pretenda.

Por $25 mil se deja literalmente un carro nuevo y diferente al original, capaz de alcanzar velocidades altas prohibidas fuera de pistas autorizadas.  Si un auto cuesta $15 y se le invierten hasta $25, queda como un carro que vale unos $75 mil, dice José, quien hace dos años modificó un Mitsubishi.

En el taller Saravia Hinojosa Hnos. el responsable Miguel Solano, señaló que la ley no prohíbe modificar. “Aquí hasta hay talleres que colocan sistemas de gas, lo cual si es peligroso para el conductor y sus acompañantes, pero tampoco es prohibido”, dijo.

Solano aseguró que una buena modificación hace que los vehículos alcancen fácilmente velocidades de hasta 200 kilómetros por hora o más. Generalmente se logran cuando se cambian sistemas de motor de carburados a sistema de inyección.

“Modificamos pick ups, carros deportivos, modelos sedan y hasta microbuses  hemos convertido en autos de carrera. Hasta motocicletas, pues”, dice.  Se modifican de todas las marcas, generalmente vehículos que no pasan de tres años de antigüedad, aunque en ocasiones se modifican autos antiguos, cuyos dueños sienten nostalgia por ellos.

En el taller Silver, uno de los encargados, Julio Alas, explicó que al cliente se le enseñan los modelos que mejor se adapten a su vehículo y se le hace firmar un documento, por si alguna  vez llega una inspección policial y encuentran que se está modificando un  vehículo. “En realidad es un formalismo porque a este taller nunca han venido agentes”, añade.

Recordó que hace dos años  modificaron un wolsvagen  1978 y lo dejaron como nuevo. Prácticamente todo era nuevo, excepto los asientos. Por el trabajo se cobró 10 mil dólares, mucho más que comprar uno nuevo, pero era un capricho del dueño.

Patricio Mira, del taller Racing Fire, señala que las modificaciones son tan legales como vender repuestos. “No hay ilegalidad, uno respeta las generales del  vehículo , a nuestro taller ya han venido inspecciones en busca de vehículos robados, pero nunca han dicho nada por los autos modificados, porque eso es lícito. Es como que usted compre un traje y decida hacerlo más corto o agarrarle a los lados”, ejemplifica.

Hay cientos de talleres donde se modifican, pero son pocos, menos de 50 donde se hacen buenos trabajos para convertir los autos en vehículos de alta competencia, explica.

Mira señala que tan legales son las modificaciones que hasta se anuncian en los periódicos. “ Lo que sí es ilegal es modificar sin el consentimiento del dueño, es decir autos robados y eso sí que no lo hacemos”, apostilló.

Genaro Baires, del taller “Sprint in the Sea”, asegura que ellos modifican los vehículos y que al cliente le corresponde hacer buen uso de esa modificación. “Se entiende que los quieren para correr en pistas, si los usan para carreras ilegales es su problema, nosotros hacemos todo legalmente”, agrega.

Efectivamente un oficial de la División de Tránsito de la PNC señaló que no hay ninguna ley que prohíba modificar un vehículo, el cual debe de mantener los rasgos generales que lo identifican en la tarjeta de circulación, como el número de chasis, el número de motor y el color. Si se le hace un cambio en el motor o el color solo tramitan los cambios en la tarjeta de circulación. Fuera de eso modificar carros es an legal como vender pan francés, reconoce.

Irónicamente si es prohibido circular con vehículos modificados, salvo que sean trasladados para competencias lícitas. Se les imponen esquelas y si son sorprendidos conduciendo fuera de los límites establecidos, entonces son decomisados. Dependiendo de la velocidad  hasta pueden ser arrestados los conductores, acusados de conducción temeraria”.

El oficial acepta que por conducción temeraria solo son arrestados personas ebrias y drogadas, así como quienes son detenidos en flagrancia mientras participan en carreras ilegales.

LA PÁGINA verificó en el plantel Changallo, donde son llevados los vehículos decomisados, que desde 2007 ningún auto modificado ha sido remitido. “Los deben llevar a otro lugar, porque aquí no hay”, dijo un agente.

Asimismo desde el año pasado ningún participante en carreras clandestinas ha sido detenido, pese a que estas se realizan casi todos los fines de semana, en horas de la madrugada en arterias  utilizadas casi siempre como la avenida Jerusalén, el bulevar Constitución, el paseo Escalón, la prolongación del  bulevar de la Orden de Malta, la calle Integración, un tramo de la Diego de Holguín  y la autopista al aeropuerto.

“Eso de las carreras ilegales es cierto, pero se hace difícil lograr detenciones en flagrancias porque se hacen en altas horas de la noche y madrugada y siempre cambian de lugares. Las carreras son ilegales, al igual que las apuestas. Casi siempre son jóvenes de familias adineradas que organizan estas competencias bajo efectos del alcohol y las drogas”, explica un agente de control vehicular.

Para este agente la ley debería de reformarse y prohibir las modificaciones que no sean básicas. Algunos de estos carros parecen discotecas por los parlantes que le adaptan, otros parecen aviones por el turbo que le modifican. Los dejan tan bajitos que un bache o una roca pequeña los puede hacer volcar. Realmente estos muchachos se arriesgan”, dijo.

El agente contó que hace un año aproximadamente se sabía que eran alrededor de 40 talleres, en todo el país, donde se hacían este tipo de modificaciones. Al verificarse la propiedad de los mismos se conoció que eran ex corredores, empresarios, funcionarios, incluso un subcomisionado de la PNC.

“Al  no haber ilegalidad en hacer modificaciones, no hay nada que perseguir. Alguna vez se han recibido denuncias de que se están realizando modificaciones y las inspeccionamos porque pueden ser autos robados, pero si no hay esa condición, nos regresamos”.

“Nos interesa que no tenga chasis modificado, lo demás es problema del dueño del carro. Además cuando alguien choca y le cambian el motor o cualquier parte, eso es una modificación”, indicó.

LA PÁGINA pidió información a la División de Tránsito de la PNC y al SERTRACEN para conocer cuántos vehículos han sido modificados, pero en la PNC dijeron desconocer la cifra y en SERTRACEN dijeron que es un dato privado.

Cada uno de los talleres visitados señaló que al año modifican un promedio de cuatro autos, de los cuales al menos dos son para carreras de alta velocidad. Tan alta que sobrepasa a la ley… a la justicia.

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(3) Comentarios

pajaro | 2010-03-31 07:04:42

A mi lo que me da risa es ver en la calle carros no tan nuevos tuneados "a lo pobre" solo le ponen una bazooka, le pintan unas dos rayitas, le ponen un estereo todo chafa,etc y segun ellos ya han tuneado el nave, por lo general esta gente que les gusta el tunning(tengan $feria$ o sean acabados que andan apantallando) son acomplejados de baja autoestima que quieren llamar la atencion, y por lo general se le puede ver en las carreteras corriendo, exponiendo a los demas, saltando de carril en carril, creo que han visto las peliculas de fast and furious y quedaron traumados

Realista | 2010-03-31 08:43:48

El ser humano por naturaleza disfruta de lo prohibido y lo peligroso, lamentablemente aqui en el pais no tenemos el suficiente sentido comun para manejar algunas cosas y es como darle un arma a un niño . . . puede hasta dispararse a si mismo

Saul | 2010-03-31 09:15:25

Como dice el primer comentario, es cierto sobre los tuning que hacen a carros que mas parecer ataudes que acaban de sacar de la tierra y le ponen rayitas pintadas y en el parabrisas el nombre de el o de los hijos o de quien sabe quien, da risa la verdad. Para el que quiera tener un carro deportivo de verdad y no andar con bayuncadas que dan risa que se compre un EVO X o un Impreza y que se deje de Toyotas 1000. Respecto a la ley, es necesario que se modifique y se incluyen varias cosas como las que aquí mencionan y que además sean multas altas y decomisos de verdad.

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LPG-¿Violencia en los institutos nacionales?

 Escrito por Óscar Picardo Joao.31 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.


La Revista ECA Nº 547-548 de mayo-junio de 1994, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), presentó en esta edición un número monográfico titulado “La educación en El Salvador”. Eran los albores de la reforma educativa en marcha, en donde la UCA junto a FEPADE y el Instituto para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard llevaban a cabo un profundo diagnóstico coordinado por Fernando Reimers.

En esta revista aparecen dos artículos que permiten interpretar el origen de la violencia en los institutos nacionales: “La educación media en El Salvador” de José Luis Guzmán y Leonor Cariola, y “Problemas y perspectivas de las universidades privadas en El Salvador” de Joaquín Samayoa.

El artículo de Guzmán y Cariola señala que después de la reforma desarrollista de 1968 (Béneke) la matrícula absoluta en educación media aumentó de 15,367 en 1965 a poco más de 100,000 estudiantes en 1992 (608% de crecimiento). Por su parte, Samayoa anota que entre 1979 y 1991 el gasto público en el área social se redujo entre 52% y 55%, presenta además los graves problemas de calidad en el nivel superior y finalmente anota otros datos de matrícula: para 1957, la población universitaria era de 1,648 estudiantes y el número de bachilleres graduados fue de 508 estudiantes, pero en 1970 la matrícula de educación superior ya era de 26,191 estudiantes y en 1991 asciende a 81,773. Finalmente, Samayoa señala que “a comienzos de la década del sesenta, el número de estudiantes que egresaban de la educación secundaria, apto para ingresar a la universidad, había aumentado en forma considerable”. Esto confirma el dato de Guzmán y Cariola.

Entonces la ecuación es la siguiente en tiempos de convulsión política y de migración del talento humano: aumento de la matrícula significativo, más deterioro de la calidad de la formación docente, menos presupuesto educativo, es igual a condiciones propicias para la violencia. En efecto, mientras las aulas de los institutos nacionales desde los años setenta comienzan exponencialmente a saturarse y hacinarse con grupos de 50 y 60 estudiantes, de modo inversamente proporcional, la calidad pedagógica, eficiencia y liderazgo de directores y docentes disminuye; no debemos señalar con simpleza que lo que sucede en los institutos nacionales es una “causa” o “producto” de una sociedad violenta (esto es en “parte” cierto), ya que lo que sucede en estas instituciones es un fenómeno focalizado y con identidad propia que no se da en otros ambientes u organizaciones similares. Lo que se da en los Institutos es un problema de ingobernabilidad educativa por saturación de demanda y poca calidad en la oferta, y una de las manifestaciones de esto es la violencia.

Vale la pena anotar que las actuales autoridades educativas, sin considerar la población en los institutos nacionales urbanos más grandes, se dieron el lujo de borrar de un plumazo el “Programa de intervención y asistencia psicológica para estudiantes, docentes, padres y madres” que desarrollaba la Fundación para la Educación Especial (FUNPRES) en 90 centros educativos de San Salvador y La Libertad desde 2007, con la finalidad de prevenir y mitigar la violencia escolar.

La asistencia técnica especializada que brindaba FUNPRES al MINED —a modo de outsourcing— desarrollaba: atención psicológica, talleres sobre manejo de conflictos, habilidades sociales, liderazgo, apoyo técnico a manuales de convivencia escolar intervenciones con psicoterapia (crisis individual y crisis grupal), charlas de orientación, terapias especializadas en casos de acoso sexual, acompañamientos a audiencias y una considerable cantidad de apoyos. El informe de resultados de FUNPRES demuestra una significativa cantidad de acciones, a modo de apoyo complementario psicopedagógico para el docente y para el director; el programa desapareció y ya comenzamos a ver los resultados.

PD: Señores fotoperiodistas, pidan el DUI antes de capturar imágenes.

¿Violencia en los institutos nacionales?

LPG-¡ Cuánta hipocresía!

A raíz de la acción tomada por la jueza Segunda de Menores en contra de LA PRENSA GRÁFICA por publicar fotografías en las cuales aparece un joven de 17 años asestándole cuatro puñaladas mortales a otro de 18 por el solo hecho de querer arrebatarle una camisa de un instituto contrario, no me cabe más que decir ¡cuánta hipocresía!

Escrito por Nacho Castillo.31 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.

 

Ahora resulta que es delito mostrarle a la población la realidad, informarle sobre los peligros que acechan a los salvadoreños, pero no lo es mandar a un muchacho a un centro de internamiento donde posiblemente lo van a violar o mandarlo a una prisión de mayores donde lo matarán a golpes.

Pura hipocresía. Los que se rasgan las vestiduras queriendo parecer como redentores de la infancia no levantan su voz para rebelarse contra el sistema que no ofrece ninguna posibilidad de rehabilitación, sino que por el contrario, sume al joven en un mundo más maldito del que salió.

Y tampoco dicen nada cuando ven en todas nuestras calles a niños visiblemente explotados por padres que gozan de perfecta salud, pero que los utilizan, inclusive hasta en altas horas de la noche, para vender productos o pedir la limosna. Niños que no alcanzan a llegar a mayores porque mueren entre las llantas de un vehículo mientras trabajan para un padre o una madre que les obligan a llevar a casa determinada cantidad de dinero. Niños que son enviados a la calle y allí aprenden a consumir drogas, ante la “atenta mirada de sus padres”. Y estos últimos, utilizando el dinero que les consiguen sus hijos para embriagarse y seguramente tener más hijos que les ayudarán a aliviar sus podridas vidas.

Saben ustedes que una de las primeras medidas que tomó la actual ministra de Trabajo fue obligar a los supermercados a sacar a los menores de edad de la labor de embolsadores, con lo cual, y trabajando unas pocas horas al día, podían sustentar un poco sus grandes necesidades. Conozco a algunos jóvenes que perdieron su única posibilidad de trabajo honrado, porque no tienen padres que les den dónde vivir y algo de comer.

Pero, ¿estas autoridades no ven la verdadera y gran realidad? Por qué siempre les interesa más la rama que el árbol. O será que no se sienten capaces de enfrentar el problema en toda su dimensión.

Yo quisiera que se castigara a los padres que explotan a sus hijos, que se lleve a la cárcel a los que destruyen una infancia. Que se ponga en tela de juicio al Estado por su complicidad con estos delitos. Basta de desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrentan nuestros niños y jóvenes. No es demandando a un medio de comunicación que se hace justicia. Ya es hora de imponer en nuestra sociedad la responsabilidad de ser padre o madre. No podemos seguir haciéndonos los ciegos y sordos con este problema. Son demasiados los niños que están hoy en riesgo, que son sometidos a las peores vejaciones.

¿Y nuestras autoridades? Cuánta hipocresía, Dios mío.

¡ Cuánta hipocresía!

LPG-Buen momento para reflexionar sobre valores

 Durante mucho tiempo, y con todos los efectos adversos que están cada vez más a la vista, los antivalores se han venido imponiendo a los valores, y esa tendencia distorsionadora y destructiva se halla en la raíz de casi todos nuestros males y quebrantos.

Escrito por Editorial.31 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.

 

Estamos en Semana Santa, y, como todos los años, estos días son propicios para hacer un alto reflexivo en la turbulencia de los sucesos cotidianos y pensar con más profundidad en lo que pasa en el ambiente, y, sobre todo, en lo que nos toca hacer a todos, cada quien según su responsabilidad y dentro de su propia línea de actividad. Es sabido que los períodos vacacionales, como éste, se han ido volviendo más bien oportunidades para descargar tensiones; sin embargo, el dedicar siquiera unos minutos al día a meditar sobre la realidad que tenemos y la que eventualmente nos espera es no sólo ordenador de pensamientos sino saludable como aporte a una mejor convivencia.

Resulta evidente que, ya desde hace tiempos, venimos padeciendo, como sociedad, un agudo déficit en la vigencia de valores fundamentales. Esto tiene diversas causas y raíces, y por ello no puede ser enfrentado responsablemente con una mera prédica en el ámbito educativo. La verdadera escuela de los valores es el ejemplo, y eso lo enseña la experiencia desde siempre; por consiguiente, si queremos que nuestra sociedad enderece su rumbo y se vuelva de veras inclusiva, progresista, estable y pacífica se debe desarrollar y perfeccionar la escuela del ejemplo, que tiene que partir desde los más altos liderazgos. ¿Cómo se puede pretender que los valores prosperen si desde arriba se dan recurrentes ejemplos de irresponsabilidad, de prepotencia, de abuso y de impunidad?

Es imprescindible que la práctica de valores –y, para empezar, los valores derivados de la enseñanza y del ejemplo de Cristo– permee toda nuestra realidad. Sólo a partir de ahí es posible esperar que las cosas vayan mejorando de manera segura y consistente.

Edificar la convivencia pacífica

Desde la firma del Acuerdo de Paz, hace ya más de 18 años, en nuestro país toma forma creciente un dinamismo nacional que apunta hacia la consolidación de la democracia y de la armonía social en el país. El proceso evolutivo avanza en esa línea, pero este avance no puede ser mecánico, sino que tiene que estar movido por la conciencia ciudadana, en sus diversas manifestaciones, desde las voluntades individuales hasta las fuerzas colectivas que interactúan en el ambiente nacional.

La convivencia pacífica sólo puede edificarse con solidez y sostenibilidad si la base son los valores. El respeto, la tolerancia, la solidaridad, la honradez y el orden deber ser asegurados por la debida práctica social e institucional; y, al fondo, valores como el amor al prójimo iluminan todo el sistema de vida. Es muy importante trabajar en serio en el despliegue y en la consolidación de los valores, y debería haber un proyecto nacional orientado a ese fin superior.

Durante mucho tiempo, y con todos los efectos adversos que están cada vez más a la vista, los antivalores se han venido imponiendo a los valores, y esa tendencia distorsionadora y destructiva se halla en la raíz de casi todos nuestros males y quebrantos. Al respecto, es hora de pasar de las expresiones generales a una política social e institucional que tenga capacidad de impactar en el curso de los hechos. Esa será la mejor manera de asegurar el progreso y garantizar la paz en el país.

Buen momento para reflexionar sobre valores

El Faro - Romero para judíos - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

El siguiente artículo nos muestra que el mensaje de Monseñor Romero cruza las fronteras geográficas y de las denominaciones religiosas. El conocido escritor judío rabino Or N.Rose reflexiona sobre las lecciones espirituales que Monseñor Romero dejó como legado para todas las personas de buena voluntad. El rabino Rose es profesor en la Escuela de Rabinos de Hebrew College en Newton, estado de Massachusets. Sus artículos aparecen en las principales revistas judías como Tikkun. Él es coeditor del libro Righteous Indignation: A Jewish Call for Justice (Jewish Lights Publishing, 2007).

Or N. Rose

Coordinación de sección y traducciones por Héctor Lindo-Fuentes.31 de Marzo. Tomado de El Faro.

Oscar Romero todavía no es muy conocido en círculos judíos. Él no tuvo el tipo de éxito político que lograron Mahatma Ghandi o Martin Luther King Jr., y por lo tanto no ha recibido el mismo tipo de alabanza universal. Además, aunque muchos de los escritos de Romero han sido traducidos al inglés, su lenguaje religioso, con su fuerte énfasis en motivos cristianos clásicos como el martirio de Jesús y la resurrección (a diferencia del uso selectivo de estos tropos que hacía Martin Luther King) es incómodo y poco atractivo para los judíos. Pero sería un error que la comunidad judía ignorara a Romero, una de las grandes personalidades religiosas del siglo veinte. Aunque no es fácil traducir todas sus enseñanzas a la terminología judía, hay mucho en su biografía, sus cartas y sus sermones que nos puede ayudar a profundizar nuestro trabajo como activistas espirituales.

Para Monseñor Romero el decir la verdad a los poderosos se convirtió en camino de esperanza, el responder al odio con el amor en camino de salvación. Apenas dos meses antes de su asesinato dijo:

“… yo quiero reafirmar mi convicción como hombre de esperanza, de que vendrá un nuevo rayo de salvación. Y a esto quiero animar yo a quienes tienen la bondad de escucharme. Nadie tiene derecho a hundirse en la desesperación, todos tenemos el deber de buscar unidos nuevos canales, y a esperar activamente, como cristianos.”

Para Romero, la esperanza no significaba que la salvación llegaría a su pueblo con rapidez o que él iba a vivir para ver el florecimiento pleno de la liberación de El Salvador. De hecho, en los últimos meses de su vida el arzobispo abrazó con serenidad la posibilidad de que iba a ser mártir de su causa. Con Jesús como modelo, Romero creía que si lo asesinaban su muerte fortalecería a su pueblo, inspirando a los salvadoreños a llevar el conflicto a su conclusión. “Que mi sangre sea semilla de la libertad y la seña de que la esperanza será pronto una realidad.” Romero llegó a decir que si lo mataban él se levantaría de nuevo. “He de decirles que como cristiano no creo en la muerte sin resurrección: Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”.

Para los salvadoreños de hoy Monseñor Romero realmente está vivo, acompañándoles e inspirándoles en sus afanes diarios. Al viajar por el campo uno ve numerosos murales, fotografías, carteles y ropa con la imagen y las palabras de Romero. Aunque ya terminó la guerra civil, la pobreza y el derramamiento de sangre continúan. La brecha entre ricos y pobres sigue creciendo y la actividad criminal violenta atormenta a la juventud. Precisamente por esta razón el espíritu de Romero sigue siendo tan importante para su gente—él continua proclamando la “buena nueva”, urgiendo a su pueblo a perseverar ante la adversidad.

Como estudiante judío de la vida y enseñanzas de Romero, me siento enriquecido y desafiado en mi encuentro con este sacerdote visionario. A través de su biografía el Arzobispo demuestra que siempre es posible teshuvah (el arrepentimiento), que incluso un sacerdote conservador de cincuenta y nueve años de edad puede superar su timidez y convertirse en campeón de la causa de la justicia social. Romero nos enseña que para ser una persona religiosa es necesario tomar acción en el mundo, y que es pecaminoso esconderse detrás del velo de la neutralidad. Como dijo Abraham Joshua Heschel, “en una sociedad libre algunos son culpables, todos somos responsables”. Al igual que Maimónides y otras autoridades judías en el campo de la ética, Romero nos instruye que no solamente debemos apoyar a los pobres, sino que también debemos ayudarles a tomar el control de sus propias vidas.  De hecho el Arzobispo va más allá que la mayoría de las autoridades judías al exigir que seamos humildes y veamos a los pobres como a nuestros maestros. Romero también nos recuerda que se paga un precio cuando uno se planta firme ante la injusticia, y que en los casos extremos puede ser necesario entregar la vida (mesirat nefesh) por lo que es bueno y correcto. Finalmente, nos ruega que no perdamos la esperanza—que recordemos siempre que Dios ama la vida y que “el amor es fuerte como la muerte” (Cantar de los Cantares 8:6).

Que la memoria de Oscar Arnulfo Romero nos bendiga—zekher tzaddik v’qadosh livrakhah.

Una versión más completa de este artículo se encuentra en Tikkun Magazine, Julio/Agosto 2005. http://www.tikkun.org/article.php/Rose-remembering-romero

Opinión - Romero para judíos - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

El Faro - Monseñor y las demás víctimas - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

Escrito por Álvaro Rivera Larios.31 de Marzo. Tomado de El Faro.

Es un hecho positivo que el Estado reconozca su responsabilidad en el caso de Monseñor Romero. Que el parlamento decida instituir un día para recordar al Arzobispo es otro hecho positivo. Aún reconociendo el alto valor simbólico y ciudadano que tienen las dos decisiones, admitámoslo, son insuficientes, si se presentan como medidas aisladas que no forman parte de una política general de la memoria y de trato justo para todas las víctimas.

No exijo la justicia total, no se apresuren, sólo señalo una posible limitación. Ambas decisiones constituyen actos simbólicos y lo lógico sería que formasen parte del contenido de una política más amplia en otro sentido: las instituciones del Estado fueron responsables, durante el conflicto, de impulsar y tolerar ciertas formas de terrorismo, pero el tejido de las responsabilidades, en torno a los crímenes de guerra, abarca a todos los sectores de la sociedad civil salvadoreña. Y es por eso que la ceremonia del perdón es insuficiente, si sólo se verifica en la cima institucional, sin involucrar a todas fuerzas políticas y sujetos privados que participaron en casos como el asesinato de Monseñor Romero.

Por las razones que sea, y aún reconociendo el gran valor del proceso de paz que nos sacó de la guerra, es indudable que no fue acompañado por una catarsis colectiva. Dado que toda la sociedad se involucró en el conflicto, toda la sociedad tenía que haberse enfrentado a lo que hizo para reconocerlo y asumirlo en su verdad, sin coartadas vergonzosas, y para así trascenderlo en el arrepentimiento y la elección de otros valores. La reforma institucional tenía que haber ido acompañada por una reforma ética que involucrase a la comunidad salvadoreña en su conjunto y eso, por las razones que sea, no fue posible y quedó pendiente.

La ausencia de esa catarsis colectiva, la ausencia de esa reforma  moral, ha dejado incólume toda una muralla de justificaciones y actitudes que nos alejan de la verdad y que mantienen vivas de forma vejatoria muchas heridas que dejó el enfrentamiento.

Es por eso que una política de la memoria debe partir de un enfoque integral y alejado del partidismo miserable. Entiendo por integral al enfoque del problema que involucre al Estado y a la sociedad civil, dado que ambos, en diverso grado, jugaron un papel a lo largo de los múltiples avatares del enfrentamiento.

El partidismo miserable sólo tiene en cuenta a sus víctimas y sólo las tiene en cuenta como arma de desgaste político del adversario. Una política integral de la memoria y la verdad debe partir del principio de que la ley es igual para todos y de que la ley tiene como objetivo primordial hacerles justicia a todas las víctimas y no beneficiar o dañar a un partido. No es coherente exigir que se dilucide la verdad en casos como el de Monseñor Romero, cuando se mira para otro lado y se guarda silencio ante las implicaciones políticas y morales que subyacen en los  crímenes cometidos por Mayo Sibrián. Hay que asumir la verdad tanto si nos daña como si nos beneficia políticamente.

Asumir la verdad histórica que nos daña debería de ser parte de nuestro aprendizaje cívico. Quien no se enfrenta a los horrores y los errores que cometió durante la guerra, continúa justificando lo injustificable y de esa forma mantiene vivas las heridas.

Monseñor simboliza a las víctimas, pero no es todas las víctimas. Ya que el Estado reconoce su cuota responsabilidad en el caso, dado que no investigó el asesinato del sacerdote ni castigó a los responsables del crimen, lo lógico es que también asuma otra esfera de sus responsabilidades. Por ejemplo, la presencia del Estado se haya detrás de miles de secuestrados y desaparecidos. Sería positivo que se hiciera algo por todas esas madres que no saben dónde están los huesos de sus hijos, para que puedan al menos darles una tumba. Y aquí no hablo de juzgar a nadie, sólo hablo de buscar mecanismos para que aquellos restos que aún puedan ser localizados se entreguen a sus familiares. No tiene sentido perpetuar ese dolor.

Si el homenaje a Monseñor sirve como paso simbólico para ir acercándose a otras medidas, hay que celebrarlo. Pero si se homenajea a Monseñor para dejar las cosas tal como estaban, hay que exigir reparación para las víctimas que no tienen nombre. Y cuando hablo de víctimas hablo de “todas las víctimas”.

Una cosa es exigir y otra preparar las condiciones para que nuestras exigencias puedan hacerse realidad. La polarización dogmática y sectaria de algunos sectores maximalistas de la derecha y de la izquierda constituye un obstáculo para alcanzar acuerdos y medidas más profundos. Los acercamientos y las respuestas parciales siempre les parecerán insatisfactorios a quienes lo exigen todo. Que no se pueda obtener todo, no ha de servir como excusa para no trabajar en la construcción de una circunstancia en la cual la madurez cívica nos permita asumir mayores cuotas de verdad y justicia. En la actual situación, a todas luces, nos falta madurez política para asumir y asimilar la verdad, si la tuviéramos a mano completamente no sería extraño que acabase dañándonos. Pero si se hace con madurez y sin oportunismos partidistas, pensando más que todo en las familias de las víctimas, creo que se puede empezar a gestionar la búsqueda de los desaparecidos. Un primer paso es que el Estado asuma su responsabilidad en este asunto. Esto hay que plantearlo.

El mejor homenaje que se le puede hacer al sacerdote asesinado es la asunción colectiva de la verdad de lo que sucedió en la guerra. Uno de los mejores homenajes que se le puede hacer al sacerdote y  a los valores que él representa es darle una respuesta a casos como el de las niñas Serrano o a casos como el de los miles de desaparecidos que dejó la guerra. Lo simbólico, por lo tanto, debe refrendarse en los actos, de lo contrario puede servir para disimular la ausencia de una auténtica política de trato reparador para todas las víctimas. Hay que intentarlo.

Para enfrentar estos problemas, nos vendría bien el talante humanista y ponderado de Monseñor Romero. Como ocurre con tantas de las figuras morales que invocamos y hacemos nuestras, no siempre somos fieles a su ejemplo y a su espíritu. La humanidad de Romero trasciende la miseria moral de aquellos conservadores que citan su nombre, al mismo tiempo que tratan de justificar la figura de sus asesinos. Una cosa es el intento de comprender a los verdugos de Monseñor Romero y otra distinta es justificar sus actos. Esa misma humanidad de Romero, en su talante crítico y ecuánime, sobrevuela y trasciende la estrechez moral y política de muchos de sus presuntos seguidores actuales. Hacerle justicia al sacerdote es importante, pero ese acto de justicia no puede ser un acto parcial y partidista, ha de formar parte de una visión más amplia que juzgue también aquello que la izquierda hizo durante la guerra y a lo que todavía no se ha enfrentado de una forma profunda, radical, humana. La verdad y la justicia, aunque se hallen condicionadas socialmente, son valores que gozan de una autonomía relativa y que, por lo tanto, juzgan y definen ciertos actos sin dar preferencia a un partido. Ante la justicia burguesa y la proletaria, los asesinatos que cometió la organización de Mayo Sibrián son hechos hasta cierto punto verificados cuya definición, como crimen de guerra, no admite duda. No pretendo decir que “todos fuimos malos” y que, por lo tanto, nadie es responsable moral y políticamente de lo que hizo. Sólo sugiero que cada uno de nosotros, al reclamar verdad y justicia, debe asumir también la parte de verdad que le corresponda, aunque se queme. Este es uno de los mejores homenajes que le podemos hacer a Monseñor Romero, acercarnos a su radicalidad humana y ecuánime.

A Monseñor lo mataron porque sobrepuso los valores cristianos a la política divorciada de la moral. El mejor homenaje que le podemos hacer es luchar cada día por acercar la ética a la política. Quienes por intereses políticos y personales obstaculizan la búsqueda ecuánime de la verdad y la justicia, aunque digan grandes palabras acerca de Monseñor Romero, aunque lo celebren, en la práctica están traicionando su legado.

PD/Dedico este artículo a la memoria de mi querida amiga Carminda Castro Sánchez, secuestrada y desaparecida en 1982. La extrañan sus padres, la extrañan sus hermanos, la extraña su hija, la extraña su linda nieta. Quienes sepan dónde están los restos de Carminda, por misericordia podrían decirlo. Ya no tiene sentido perpetuar este dolor.

Opinión - Monseñor y las demás víctimas - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

El Faro - Nadie por encima de la ley - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

Escrito por Ricardo Ribera.31 de Marzo. Tomado de El Faro.

“La justicia es como la serpiente, que sólo muerde al que va descalzo”. Es una frase de Monseñor Romero. Su vigencia se mantiene, por desgracia. A treinta años de su asesinato, éste sigue impune. Los que lo mataron no iban descalzos, por el contrario, los unos usaban botas militares, calzado fino los otros. La identidad de los autores, materiales e intelectuales, circuló desde hace ya mucho, primero como rumor, después como evidencia cada vez más firme. Hay un clamor por que se haga justicia, en éste y en otros casos emblemáticos. Si no se enfrenta el pasado, éste nos atropella. Hacerle justicia al pasado ha de servir para construir un futuro más justo, para que el presente deje de ser tan injusto.

Tras el magnicidio estaba gente muy poderosa, en la política y en el mundo de los negocios. Es muy grave. Se menciona al hijo de un ex–Presidente de la República, al dueño de uno de los diarios de mayor circulación nacional, a varios de los dirigentes históricos de un partido de derecha que ha sido gobernante. El partido Arena ni siquiera existía en esa época, no fue sino año y medio más tarde que fue fundado. Pero ya que su fundador aparece reiteradamente incriminado, los dirigentes actuales de este partido deberían ser los primeros interesados en que el crimen se esclarezca, bien sea para exonerar a su principal ícono político, bien para emprender una decisiva transformación que desvincule a su instituto de un pasado cuyas sombras tenebrosas ensombrecen su propio futuro.

En la negociación ambas partes acordaron conformar la Comisión de la Verdad. El objetivo era esclarecer casos – no de las 70 mil víctimas civiles del conflicto, cosa prácticamente imposible– sino de los “graves hechos violatorios” que más conmocionaron a la sociedad y al mundo. Al hallarse “patrones sistemáticos” sería suficiente incluir una decena de los crímenes más connotados para superar la situación de impunidad. A los dos días de recibir el Informe de la Verdad, el Presidente Cristiani, usando la iniciativa de ley que le confería el cargo, presentó un anteproyecto de ley de amnistía. Eso fue un año y dos meses después de la firma de los Acuerdos de Paz. La Asamblea Legislativa de la época, con los votos de Arena, PCN y PDC, en pocos días aprobó el pedido presidencial. Quedaba impedido de tal forma dar inicio a los procesos judiciales que recomendaba la Comisión de la Verdad. Resultaba garantizada la impunidad. De ahí la exigencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de que la ley de amnistía sea revocada. De ahí el reiterado llamado de la sociedad al presidente actual de que también él haga uso de su prerrogativa de tener iniciativa de ley.

No se puede utilizar la figura emblemática de Monseñor Romero en lo que conviene, por ejemplo afirmando que será el guía espiritual del gobierno, y distanciarse de la misma en lo que no conviene, por ejemplo para facilitar la “unidad nacional” que se quiere impulsar. Poco y mal se podrá edificar sobre la base del consenso si éste significa encubrimiento, complacencia, impunidad, perdón y olvido para criminales desalmados. Algunos de ellos, ya fallecidos, tal vez hayan recibido el perdón del Todopoderoso, si es que se arrepintieron a tiempo. Otros siguen viviendo entre nosotros, sin haber dado muestras de tal arrepentimiento, burlándose de la justicia humana y probablemente también de la divina. Unos callan y otros incluso siguen empeñados en justificar el atentado, buscando crear la impresión de que la víctima era en el fondo culpable, que “él se lo buscó”, que fue una muerte por “razón de estado”, que fue un mal menor.

Tampoco resulta tolerable la actual campaña mediática alertando contra la “politización” y “utilización” de la figura de Monseñor. Sobre todo porque quienes participan hoy en ella, en su momento fueron parte de un coro contra Monseñor Romero – lo mismo, a finales de la década, contra los jesuitas– que con la difamación y calumnia preparó el terreno para que el magnicidio pudiera parecer justificado. El papel de complicidad excede lo ético y bordea los límites de la acción delictiva. Envenenaron la mente de muchos, hicieron del odio una bandera, mintieron, trataron de engañar a la opinión pública. En el caso jesuitas, quien dirigió la cadena nacional fue premiado más tarde con un alto cargo en la Inteligencia del Estado y más recientemente como asesor para temas de seguridad de un partido político. Quien dirigía el órgano judicial contribuyó a impedir la investigación y a que no se hiciera justicia, e igual reaparece ahora en instancias de dirección del mismo instituto político. Es decir, el pasado está ahí nomás, inserto en nuestro presente, activo todavía, nefasto, aunque afortunadamente cada vez menos influyente.

Por el papel y responsabilidad de los medios de comunicación, no todos, pero sí varios de los principales, es por lo que hay que poner atención a las prerrogativas que éstos reclaman. Exigen, simple y llanamente, ayer como hoy, estar por encima de la ley. El caso más reciente, la publicación de las fotos sin velar el rostro y dando la identidad completa de un menor en el momento de cometer un homicidio, grotesco y horrendo sin duda. La ley es clara al respecto y no se puede alegar ignorancia de la misma. De hecho, el periódico publicaba la edad probable del hechor, de 17 años. Estamos ante un claro desafío a la ley, ante un reclamo por situarse por encima de la misma, así como ésta les confiere impunidad a los medios si incurren en los delitos de difamación y calumnia.

Montan una tremenda campaña contra la jueza, la cual no hace la ley, está simplemente obligada a aplicarla. Quien no esté de acuerdo con las protecciones que brinda a los menores la Ley Penal Juvenil que acuda al órgano legislativo con sus argumentos, como de hecho se ha terminado haciendo. Lo que es un precedente funesto es el atropello de la norma legal por quienes, por ser “el cuarto poder”, se consideran por encima de la ley. En vez de educar y orientar a la población, priorizan agendas mediáticas y políticas de manera irresponsable. Lo peor, solicitan y obtienen solidaridad de la asociación de dueños de los medios en la región latinoamericana, que emite un comunicado sobre la necesidad de privilegiar el “derecho de expresión”, el “derecho de información” y la “libertad de prensa” por encima de cualquier otra consideración. Es decir, el derecho – sin límites, ni éticos ni legales– para publicar y difundir lo que les venga en gana. Señores: así no se construye democracia, ni se favorece la causa de la justicia.

Opinión - Nadie por encima de la ley - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

El Faro- Las lecciones de Romero - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

Editorial. Por El Faro.31 de Marzo.

Treinta años después del asesinato de Monseñor Romero los salvadoreños hemos reivindicado su lugar como el más universal y el más trascendente de entre los nuestros. A pesar de los reiterados intentos, drante tres décadas, de minimizarlo por parte del Estado, de los más grandes medios de comunicación, del sector más conservador de la Iglesia católica y evangélica y de alguna parte del gran sector privado, la figura de Monseñor Romero ha sobrevivido y se ha consolidado entre la gente, entre su pueblo.

Este aniversario de su muerte será recordado por mucho tiempo, porque marca el inicio de una nueva etapa para su figura: ha gozado, por fin, de un reconocimiento oficial por parte del Estado. Ha sido conmemorado masivamente incluso por aquellos que celebraron su muerte porque la resistencia al empeño de los que han buscado el olvido ha transformado el aniversario en objeto obligado de homenajes, de grandes conmemoraciones, de cobertura mediática y de atención general.

Aquí mismo, en estas páginas, una publicación sobre los asesinos de Monseñor Romero fue apropiada en segundos por miles de lectores que no solo saturaron nuestro servidor sino que comenzaron a compartirlo a través de distintas plataformas: el correo electrónico, las redes sociales como Facebook y Twitter y los blogs que sirvieron de espejo a un material cuya lectura fue casi imposible durante las primeras 24 horas  debido al tráfico en nuestro sitio web.

Más de 200 mil visitas solo en El Faro, además de las múltiples impresiones y fotocopias para compartir el material entre personas que no tienen acceso a internet, y la reproducción del material en grandes medios de toda América Latina demuestran que la figura de Monseñor Romero es más vigente que nunca, que un asesinato que no ha sido aclarado oficialmente en tres décadas es de interés universal y que es mentira que los salvadoreños no queremos ver el pasado. Los salvadoreños demostramos contundentemente  la semana pasada que estamos ansiosos por conocer más de nuestro pasado y que solo así podemos entendernos mejor.

Los salvadoreños también demostramos otra cosa: que nuestras aspiraciones de conocer más de nuestro pasado se ejercitan con un poder propio, ciudadano, independiente de las decisiones oficiales y del silencio sintomático de algunos medios de comunicación. Que nadie nos puede ordenar no hablar del pasado con el argumento de que eso es reabrir heridas.

Averiguar qué nos pasó y determinar responsabilidades históricas es un paso gigantesco para combatir la impunidad; para mandar el mensaje claro de que tarde o temprano habrá que pagar un costo por la comisión de delitos. Y hoy, en nuestra sociedad, la impunidad es la principal responsable de la violencia y el crimen organizado que nos mantiene sacudidos. La naturaleza de la violencia actual es distinta a la de hace 30 años, pero la impunidad es similar.

Para poder repetir, como hacemos con esperanzas cada conmemoración de los acuerdos de paz, que nunca más queremos volver a una guerra civil, que nunca más queremos ver la sangre derramada en el nombre de la patria, que nunca más queremos hacer monumentos a los caídos porque nunca más queremos caídos, debemos saber también cómo alcanzamos esos niveles de insanidad, cómo comenzamos a matarnos unos a otros. Y debemos volver, otra vez, a las condiciones estructurales, para decir también nunca más una pobreza extrema, nunca más el abuso de poder, nunca más el olvido, nunca más la violencia, nunca más la impunidad. Ese es, precisamente, el gran legado de Monseñor Romero: el combate constante, insoslayable, contra la pobreza, contra la impunidad, contra el abuso, contra la violencia, contra la injusticia, contra la opresión. Y siempre del lado de los más débiles, de aquellos que no tienen poder de decisión pero que siempre son los primeros en sufrir las consecuencias de las decisiones de los que sí pueden.

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Contra Punto-Sociología y cambio político en El Salvador

Escrito por Luis Armando González.31 de Marzo. Tomado de Contra Punto.

Hay un cambio político lento que no se está convirtiendo en dinamizador de los cambios que se están fraguando

SAN SALVADOR

- Para abordar la temática “Sociología y cambio político en El Salvador” es pertinente dar un rodeo que supone, ante todo, hacer un planteamiento general en torno a la constitución de la sociología como ciencia, así como en torno a las problemáticas asociadas a esa constitución.

Dicho lo anterior, lo primero que se tiene que apuntar es que la sociología como ciencia surge en un contexto de cambios no sólo políticos, sino también económicos, sociales y culturales. Estos cambios se articulan alrededor de la revolución industrial y la consolidación del capitalismo de libre competencia propiciado por aquélla. Estamos situados en la segunda mitad del siglo XIX, que es cuando el capitalismo está a las puertas de irrumpir en el escenario mundial en lo que Vladimir Ilich Lenin llamó su fase imperialista.

La sociología se constituye en ese escenario de auge capitalista; y surge para intervenir –como potenciadora de los mismos— en esos cambios. Es decir, la sociología, en su constitución como disciplina científica, es un saber transformador. Sin embargo, lo es como un saber científico. Lo cual quiere decir que busca articular en su quehacer las dos exigencias que, desde Kant, se consideran imprescindibles para cualquier ciencia: (a) las formulaciones teóricas (con un conjunto de conjeturas e hipótesis sobre la realidad social) y (b) criterios experimentales específicos para lo social, siempre difíciles de establecer y de poner en práctica.

De esta doble exigencia de cientificidad se derivará una primera línea de clasificación entre autores y corrientes de la sociología: los teóricos, con sus contribuciones –no exentas muchas veces de una enorme carga especulativa— sobre la naturaleza de lo social y los experimentadores, con sus afanes de diseñar pruebas y mediciones sujetas a revisión y previsión cuantitativa. Y, entre unos y otros, el quehacer sociológico cotidiano, con sus contribuciones más inclinadas hacia lo teórico o hacia lo experimental, sin abandonar completamente –como debe ser— ninguno de los dos terrenos. Asimismo, en esta convergencia (o divergencia) entre teoría y experimentación radica una de las líneas centrales de los debates que han caracterizado a la sociología desde siempre.

Ahora bien, como ya se dijo, la sociología pretende intervenir en la realidad social, potenciando los cambios que en esta realidad se van fraguando. Hay dos caminos de intervención posibles: la reforma social y la transformación revolucionaria. Y los sociólogos y las sociólogas más conscientes de las opciones y compromisos de su profesión van a insertar su quehacer en una u otro camino. Habrá quienes, no obstante, presumirán de una neutralidad (y objetividad) a toda prueba, pero incluso éstos terminarán asumiendo un compromiso con una determinada forma de intervención social.

Asimismo, esta es otra línea de separación (y de clasificación) de autores y corrientes en la sociología: la que separa a reformadores y revolucionarios –y, junto a ella, la que separa a “comprometidos” y “neutrales”—. Su punto de encuentro es la convicción de que el saber sociológico debe servir para potenciar o promover cambios en la realidad social. Su descuerdo obvio apunta a la profundidad o no (a la mayor o menor radicalidad) de esos cambios.

Eso no quiere decir que el sociólogo o la socióloga “inventa” la necesidad del cambio social, ya sea revolucionario o reformista. La tarea del profesional de sociología es identificar –a partir de un uso adecuado de los recursos conceptuales y analíticos de la disciplina— esa necesidad en la realidad social. Una vez hecha esa identificación, el sociólogo o la socióloga no se opone a ella, sino que la potencia. Este es el ethos sociológico: el modo de ser esencial del sociólogo o la socióloga.

Obviamente, en la práctica ese ethos se ha traicionado de muchas maneras. Básicamente, se pueden señalar tres formas de traición: (a) el sociólogo (o la socióloga) no ha sabido identificar la necesidad (condiciones o posibilidad) de un cambio en una determinada realidad social, y ello debido a la pobreza de sus herramientas teóricas; (b) el sociólogo (o la socióloga) se ha opuesto al cambio social o no ha hecho nada para promoverlo; y (c) el sociólogo (o la socióloga) ha “inventado” la necesidad del cambio ahí donde el mismo no era posible, convirtiéndose en el promotor de programas de trasformación social irrealizables en la práctica. Esta es, sin duda alguna, una tercera línea de demarcación (y clasificación tripartita) de las corrientes y autores en la sociología.

Veamos ahora de forma muy somera la situación de cambio político en El Salvador y el aporte de la sociología a ese cambio.

Hay razones para sostener –aunque habrá quienes estén en desacuerdo— que en nuestro país se está viviendo un cambio político importante, pero que no se corresponde a –que va a la zaga de— las necesidades de cambio social y económico que exige la realidad salvadoreña en estos momentos.

Es decir, lo que tenemos es un cambio político lento, que como tal no se está convirtiendo en dinamizador de los cambios que se están fraguando –con una lógica propia— en otras esferas de la realidad social. Se trata de cambios que, por otra parte, amenazan con desbordarse fuera de los cauces institucionales-legales establecidos. Seguimos atrapados en la visión –discutible en muchos sentidos— de que es la esfera política la que debe servir de remolque para las dinámicas sociales, económicas y culturales. Esto es, la idea de que lo primero y más importante es el cambio político: lo demás vendrá por añadidura. Quizá haya que darle vuelta a esta formulación y reflexionar seriamente si acaso no son los cambios sociales, económicos y culturales los que deben empujar a la esfera política más allá del punto de inercia en el que se encuentra.

¿Y la sociología? Por lo menos es una primera mirada –que habrá que profundizar más— no está aportando nada (o está aportando muy poco) a la identificación de los procesos reales de cambio que se están generando en la sociedad salvadoreña. No se ve a los sociólogos como opuestos a esos procesos; tampoco se los ve como “inventores” de necesidades de cambio: se los ve como no presentes en la generación de conocimientos sobre la realidad social, económica y política salvadoreña. Lo cual, de ser cierto, es grave, porque ello supone una traición radical al ethos sociológico.

Esa “no presencia” merece una explicación que apuntaría, entre otros factores, a la debilidad de la profesión; a la inexistencia del ethos sociológico, a la discontinuidad generacional y la vigencia de una cultura sociológica que menosprecia el rigor teórico y la investigación de mediano y largo plazo. A esto se suman las rivalidades menores, los pequeños (pero cotidianos) conflictos entre colegas, las ambiciones de poder, las ansias de conservar (o conseguir privilegios)… En fin, lo que de humano hay en toda profesión, por más excelsa que sea.

Poner a la sociología a la altura de las necesidades de cambio que se están gestando en El Salvador pasa por recuperar la potencialidad teórica de la disciplina y por poner esa potencialidad al servicio de investigaciones de mediano y largo plazo. Sin embargo, ambas cosas exigen un sostén institucional que hoy por hoy adolece de severas debilidades. Exigen también fortalecer a la profesión y dignificar a quienes se dedican a ella.

Sociología y cambio político en El Salvador

EDH-Los "semáforos" de Monseñor

Escrito por Federico Hernández Aguilar. 31 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.

No me gusta la "versión" de Monseñor Óscar Arnulfo Romero que pretende ofrecerle al mundo el Padre Jon Sobrino. Tampoco me adhiero a la reseña que sobre nuestro obispo asesinado escribió, para una reciente celebración litúrgica en nuestra Catedral de San Salvador, el cura brasileño Pedro Casaldáliga. Y no extraña, claro, que fuera precisamente el jesuita español quien leyera, para tal ocasión, las panfletarias líneas del teólogo sudamericano, famoso también por sus encendidas reyertas contra el Vaticano.

Con motivo del trigésimo aniversario del magnicidio, Casaldáliga le dijo a la feligresía salvadoreña, usando los labios de Sobrino, que "siempre y en todas las circunstancias la memoria del martirio es una memoria subversiva". Para luego agregar: "San Romero nos enseña que vivamos una espiritualidad integral, una santidad tan mística como política… Él nos espera en la lucha diaria contra esa especie de «mara» monstruosa que es el capitalismo neoliberal…".

Convirtiéndolo en anacrónico defensor de la Teología de la Liberación de raíz marxista, Casaldáliga se vale hoy de aquella exhortación de Monseñor contra el "ateísmo capitalista" —el que termina sustituyendo a Dios, en el corazón humano, por los bienes materiales— para acto seguido promover, entre las "causas mayores" de nuestro tiempo, "la igualdad de la mujer en los ministerios eclesiales". En otras palabras, seguir de verdad a «San Romero» implica, según lo entienden Casaldáliga y Sobrino, no sólo adscribirse a una lucha política determinada (con un adversario ideológico bien definido), sino denunciar aquellas posturas de la Iglesia que no cuadran a nuestros variopintos pareceres.

Descreo sin tapujos de ese Monseñor Romero que los teólogos de la liberación pretenden embarrar de epistemología marxista y hermenéutica hegeliana, prefigurándolo como el seguidor natural de un Cristo "historizado" que tal vez no se sabía a sí mismo "Hijo eterno del Padre". No se me hace muy cristiano usar la palabra de un sacerdote de Dios para arremeter contra la Iglesia que amaba tanto.

Fue Monseñor Ricardo Urioste, a mi juicio, quien mostró en Catedral una mayor identificación con la misión pastoral de nuestro Arzobispo asesinado. Fue él quien «aclaró» que Óscar Arnulfo Romero "se dirigió por la Teología de las Bienaventuranzas de Jesús", es decir, por los mandatos de amor que se encuentran en el Evangelio. Y cuando la sola mención del Alcalde de San Salvador (presente en la Catedral) provocó la rechifla y los insultos de cierta parte de la concurrencia, Monseñor Ricardo Urioste levantó su voz sin temblar: "¿Saben qué les diría Monseñor Romero? Que no han aprendido a ser cristianos todavía, porque debemos respetarnos unos a otros… Eso es lo que el Evangelio nos enseña, eso es lo que Jesús nos enseñó, y eso es lo que Monseñor Romero vivió".

El Padre Sobrino leyó un discurso destinado a arrancar los aplausos "del pueblo". Y lo consiguió, puntualmente. Monseñor Urioste, en cambio, plantó cara a los fanáticos para recriminarles su poca coherencia. Entre uno y otro, me pregunto, ¿a quién podríamos los salvadoreños considerar más autorizado para hablar de Óscar Arnulfo Romero?

Nuestro Obispo asesinado se alzó contra la injusticia y contra los que deseaban ser violentos en su reclamo por la justicia. No fue la suya una voz limitada por las ideas que convierten a Cristo en una bandera o en una excusa. Monseñor fue más grande y más valiente que eso.

Alguna vez le escuché decir al predicador Salvador Gómez que hay cristianos que asumen la peligrosa tarea de erigirse en guardianes del Espíritu Santo, como si fueran una especie de "semáforos" del influjo divino. En efecto, con las luces rojas, amarillas y verdes que les brindan sus privilegiados cerebros, llegan a creerse dignos de señalar dónde "circula" la voz del cielo y dónde se ha "detenido". Son los mismos que tienen la "humildad" de exigirle a un teólogo tan grande como Benedicto XVI que "sea humilde".

Pues bien, Monseñor Romero también cuenta con sus "semáforos". Ellos son los que dictaminan las actitudes y las convicciones que deben tener, políticamente, aquellos que en serio aspiren a convertirse en discípulos de nuestro Obispo mártir.

Pero no se contentan con eso: su "apostolado vial" va más allá. También denuncian, con la boca bien ancha, quiénes de entre nosotros "pueden" ser devotos sinceros de Monseñor Romero y quiénes "deben" evitar toda simpatía con él, so pena de recibir chiflidos, miradas de odio y hasta acusaciones de "complicidad" con su execrable asesinato.

A estos "apologetas" de Monseñor Romero les sigue y aplaude una muchedumbre como la que recientemente insultó a Norman Quijano en Catedral. Son estos "defensores" de nuestro Arzobispo mártir los que le someten, innecesariamente, a la polaridad temporal de las ideologías, volviéndose en la práctica tan verdugos de su mensaje como algunos lo fueron de su existencia.

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