Víctor Hugo Mata Tobar.21 de Agosto. Tomado de Diario Co Latino.
La Asamblea Legislativa ha establecido una comisión para evaluar el reciente fallo de la Sala de lo Constitucional sobre la inconstitucionalidad de algunos artículos del Código Electoral. En el fondo la Asamblea quiere ser juez y parte: determinar si la Sala ha actuado constitucionalmente al dictar tal fallo.
Una práctica bastante cercana al totalitarismo porque es irrespetuosa de la división de poderes y contraria a todo sentido de justicia: uno no puede ser nunca juez y parte. En realidad se trata de una pérdida de tiempo: si la comisión encuentra que la Sala ha violado la Constitución el fallo debe cumplirse, si la comisión encuentra que no ha violado la Constitución, el fallo debe cumplirse. Un verdadero cul de sac.
La Asamblea no debería olvidar si quiere comportarse democráticamente, que la Constitución es como lo decía tan crudamente el difunto jurista tico don Rodolfo Piza, Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Sala Cuarta de Costa Rica, que la Constitución es lo que la Sala Cuarta dice que es la Constitución. Traducido a nuestro medio: la Constitución salvadoreña es lo que la Sala de lo Constitucional dice que es la Constitución salvadoreña. No guste o no nos guste, así funciona el sistema jurídico.
Esta idea en realidad viene de Kelsen que sostenía: mientras que el órgano destinado a decir si una ley es inconstitucional no se pronuncia, la ley es válida, y lo contrario es igualmente cierto, si dice que es inconstitucional deja de ser válida. En otras palabras, si la Asamblea Legislativa dice que una ley es constitucional o no, eso no tiene importancia jurídicamente hablando.
Si tiene importancia desgraciadamente, bajo el ángulo político, porque desafiando el fallo de la Sala, la Asamblea nos envía este mensaje: cuando un fallo de la Sala no nos conviene, lo cuestionamos, nosotros aprobamos las leyes y una vez sancionadas, también juzgamos si son constitucionales o no. Bonita lección para un país que está aprendiendo el juego democrático y quiere tomar la Constitución en serio.
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