Lo bueno que aquí se ha venido haciendo es perseguido, para intentar montar buenos programas externos pero que no necesariamente serán mejores
Editorial.17 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
Entre lo mucho de bueno que vio el Presidente Funes en Brasil están los institutos de formación técnica, los que preparan a jóvenes en disciplinas y destrezas que luego les sirven a ellos y les sirven a sus futuros empleadores. El conocimiento es una de las claves del desarrollo, por lo que buenos programas de enseñanza y la dotación de centros donde muchachos y muchachas se capaciten en carreras tecnológicas, son imprescindibles para ampliar la base productiva de nuestro país.
Son imprescindibles pero no suficientes, pues aunque haya ejércitos de técnicos y brigadas de buenos administradores, si no hay seguridad jurídica, si las reglas del juego se cambian al capricho y si se acosa, desvalija e insulta a los emprendedores, no sólo no iremos hacia arriba, sino que nos hundiremos irremediablemente.
Por hoy, empero, vamos a tocar una incongruencia entre lo que el Presidente Funes reconoció como una oportunidad y una gran necesidad, y lo que viene sucediendo desde que asumió la Presidencia.
En El Salvador hay ya centros de formación, operan entidades que se ocupan de capacitar a profesionales en administración y gerencia, centros donde los niños reciben sus primeros conocimientos en ciencias y artes prácticas, grupos que hacen esfuerzos para educar a amas de casa y jóvenes en manualidades y oficios. Hay muchos programas privados que benefician a estudiantes de todos los niveles, como las páginas educativas de EL DIARIO DE HOY y Operación Red, este último que ha capacitado a centenares de miles de estudiantes en computación y uso de la Internet.
Pero uno a uno el gobierno ha reducido el apoyo a Fepade, el ITCA, el Tin Marín, a programas de enseñanza y, además, sin efectuar una evaluación, suprimió de golpe el programa EDUCO, que había integrado a las comunidades en la enseñanza de sus propios hijos.
Tenemos mucho de bueno y tropicalizado
Lo bueno que aquí se ha venido haciendo es perseguido, para intentar montar buenos programas externos pero que no necesariamente serán mejores.
Lo nuevo que se aporte a la educación es más que bienvenido, pero no es sensato hostigar y destruir lo que con tanto esfuerzo se levantó y ha contribuido a la reconstrucción nacional a partir de 1992.
En el caso del ITCA, el centro logró sobrevivir la agresión de los Ochenta, la usurpación de sus instalaciones y el mal manejo de la burocracia. El ITCA se rescató, ha venido cumpliendo los objetivos para los que fue creado pero ahora le reducen recursos sin que el público sepa adónde irá a parar ese dinero.
El Tin Marín es otro ejemplo de un centro y programa que rinde importantes beneficios a la niñez gracias a la dedicación, la inteligencia y la sabiduría de un grupo privado. EL DIARIO DE HOY, que hace mucha y meritoria labor social enfocada a la enseñanza, mantiene un stand en el Tin Marín para enseñar a los niños el uso del papel periódico en manualidades.
El trasplante de lo meritorio que se hace en Brasil por los jóvenes se facilita muchísimo si se integra a lo que aquí se viene realizando y construyendo durante décadas, con la ventaja de que son esquemas y estructuras de enseñanza que ya están "tropicalizadas", que han resistido la prueba de los años.
Edifíquese sobre lo que se tiene, sin destruir.
elsalvador.com :.: Es acertado traer de allá, y sumar a lo que hay acá
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