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2010/08/24

EDH-Editorial-Están viendo con codicia los ahorros de la gente

 Con el primer régimen de izquierda del país, el de las juntas "revolucionarias" y Duarte, el colón perdió más de las dos terceras partes de su valor

Editorial.24 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.

 

L ord Harris, uno de los principales consejeros económicos de Margaret Thatcher, decía que era un error poner en los billetes el escudo nacional, el retrato de un prócer o la efigie del monarca: "lo que debe ir en ese espacio es la foto del presidente del Banco Central, la dirección de su casa, el nombre del colegio donde van sus hijos…"

La gente debe saber a quién responsabilizar cuando el dinero pierda poder adquisitivo, los ahorros se evaporen y los salarios valen cada vez menos.

El colón mantuvo una excelente estabilidad cambiaria durante setenta años, un récord en tiempos en que las monedas europeas colapsaron. Gracias a sanas políticas la gente ahorraba con confianza y el país iba creciendo. Fue con el primer régimen de izquierda del país, el de las juntas "revolucionarias" y Duarte, que el colón perdió más de las dos terceras partes de su valor, reduciendo en forma dramática los ahorros del público. De no haber sido por el cambio de gobierno en 1989, al colón se lo habría llevado la tristeza, como le sucedió al resto de las monedas en Iberoamérica.

En Bolivia se dejó de contar el dinero para pesarlo; en Ecuador, las pensiones llegaron a ser de dos y tres dólares por mes. La gente dejó de ahorrar las monedas locales para hacerlo con divisas fuertes como el dólar.

Como cualquier barbaridad es posible en estos tiempos y ya hay quienes piden volver al colón y estatizar los bancos, es importante que los salvadoreños se den cuenta de la gravedad de la amenaza que se cierne sobre lo que les costó tanto esfuerzo y sacrificios formar: sus ahorros.

Cien millones de córdobas por un dólar

El ahorro es dinero que no se gasta hoy dejándolo para mañana, sea para pagarse una vacación, para cuando se deje de trabajar, para enfrentar contingencias o educar a los hijos. Una persona no se compra nueva ropa o reduce sus gastos en diversiones o se alimenta con sencillez, para ahorrar. Ese cúmulo de pequeños sacrificios resulta en vano, si la moneda se envilece.

Se ahorra porque se tiene confianza en la moneda y en el país donde se vive. En El Salvador la gente sabe que el dólar puede perder algo de su valor como consecuencia de las políticas de "estímulo" del Presidente Obama, pero también sabe que puede confiar en el dólar a largo plazo. El dinero que se guarda a los cuarenta años estará esperando al cumplir los setenta.

Pero una cosa es el dólar, cuyo valor y estabilidad cuida el gobierno de la primera economía mundial, y otra una moneda manipulada por políticos insaciables. Una cosa es la Reserva Federal de Estados Unidos, cuyas actuaciones son absolutamente transparentes y además fiscalizadas por el Congreso y la opinión pública estadounidense, y otra la Junta Monetaria manejada por sinvergüenzas en la Década de los Ochenta. Sólo personas que estén mal de la cabeza o que no cuentan con alternativas, mantendrían sus ahorros en colones si nos salimos del dólar.

Al perderse el referente del dólar lo probable es que la economía caiga en picada, como sucedió hace un cuarto de siglo. Los ahorros terminarían en manos de la burocracia, el empleo en las cunetas y el colón como el córdoba bajo los sandinistas, que de siete por dólar pasó a ciento cinco millones.

elsalvador.com :.: Están viendo con codicia los ahorros de la gente

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