EDH-Empresa Cosase niega plazas fantasmas ISSS

 Según el documento de la auditoría se hallaron 49 plazas fantasmas. Cosase reconoce que hay "controversias" con el ISSS sobre la forma de manejar los recursos

14 de Agosto. Tomado de Diario de Hoy.

 

La presentación de una auditoría sobre el servicio de vigilancia privada hecha ante el Consejo directivo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha descubierto diferencias de interpretación entre la autónoma y las empresas contratadas para proveer guardias.

Tras un proceso de contratación directa de servicios de vigilancia de las dependencias del ISSS (en el que se revocó dos veces a la empresa ganadora Guardianes) se les asignó a las compañías Alerta Empresa y Cosase la cobertura de 347 y 116 recursos, respectivamente.

Sin embargo, según dijo a El Diario de Hoy un ejecutivo de Alerta Empresa, después de la "informalidad" mostrada por el personal del ISSS durante los trámites de contratación, decidieron no prestar sus servicios. Esto dejó un déficit de 347 vigilantes, cuyo costo era de $894 mil de los que hasta el momento el Seguro Social no ha dado explicaciones.

Sin embargo, Cosase sí mantuvo la relación laboral con el ISSS. Según afirmaron ayer desde la presidencia de la empresa, y tal y como aparece en la Auditoría interna del Seguro Social, Cosase firmó el contrato G-570/2009 para la asignación de 73 recursos por un monto de $186,150 y el contrato G-575/2009 para otros 43 recursos por $109,650, sumando un total de 116 guardias.

Pero, según explicó el presidente de Cosase, Miguel Menéndez, "al presentar ante el Instituto la primera factura de pago se produjo una controversia fundada en una interpretación del contrato".

A ello se debió, según explicó, que el Seguro Social no llevara los pagos a la empresa. Desmiente, por tanto que este incumplimiento de pagos del ISSS a Cosase se produjera porque no se hubiesen elaborado Actas Consolidadas de Recepción del servicio de vigilancia, como sí lo indica la investigación interna de la autónoma.

"Eran cuatro recursos (vigilantes) en ese lugar", comenta a modo de ejemplo Germán Herrera, miembro de Cosase, para explicar en qué consistieron las controversias entre el Seguro y la empresa, "y la información de la institución dicen que eran ocho (los vigilantes)".

Herrera comentó que ellos proporcionaron el personal que les solicitaron según el contrato; "cómo los voy a distribuir en el tiempo es parte ya de la institución", afirmó.

Sin embargo, a pesar de que entraron en discusión sobre los horarios y turnos de los agentes de seguridad con el Seguro Social y de que el ISSS decidió dejar de pagar a la empresa hasta que llegaran a un acuerdo, Cosase mantuvo sus servicios hasta que, en abril, se dio por finalizado el contrato.

"Hay puntos que no son irregularidades, pero sí son controversiales", afirmó Luis Pérez, asesor de la empresa, "pero por eso no iba a dejar una contratación, no se iba a dejar de dar un servicio", afirmó.

Según el punto 1.5.1 de los Aspectos Generales para la contratación directa N. G-024/2009, en el que se basan los requerimientos para la adjudicación de las ofertas, "el ISSS requiere del servicio de vigilancia para 81 establecimientos a nivel nacional, para el periodo de seis meses, las 24 horas del día. Para tal efecto, deberán destacarse 463 elementos de seguridad conforme al anexo No. 1, estos serán incorporados en su totalidad o parcialmente según lo requiera el ISSS". La contratación está publicado en la página electrónica del Ministerio de Hacienda.

Cosase se defiende

En el documento que refleja los resultados de la auditoría externa se hacen numerosas observaciones sobre el desarrollo del trabajo de Cosase.

En la investigación realizada en 116 dependencias del para verificar la presencia de los 116 recursos de Cosase y su distribución, informan lo que consideran un "incumplimiento por parte de la empresa Cosase, S.A. de C.V., al no brindar la totalidad de los recursos establecidos" ya que aparece un déficit de 49 guardias de seguridad.

Cosase negó que hubiera 49 plazas fantasmas, sino una mala interpretación o desacuerdo entre la empresa y el ISSS en la lectura del contrato. Según Pérez no explican cuáles son las posiciones ni a quién están adjudicadas esas plazas. "¿Manejan la certeza de que el lugar fue adjudicado a Cosase? No. Por ahí ya no le puedo contestar más", dijo. Sin embargo, no explicó si esas plazas fueron o no asignadas a la empresa. Desde el Seguro tampoco se pudo obtener la información.

Aparte de la diferencia de los 49 vigilantes se indica en el documento que hay incumplimientos por parte del personal "respecto al ingreso y salidas de turno, y ausentismo que van desde horas hasta días completos, sin ser cubiertos por otros recursos". A lo que Pérez respondió que ellos no tenían conocimiento, ya que dependen del jefe directo de los agentes de seguridad, que también es un empleado de ellos.

En cuanto a la forma manual, a través de un libros de firmas, en las que se lleva un control de la asistencia del personal y que denunciaron desde la Escuela de Cultura y Unidad Sindical (Ecus), Pérez dijo que "ni el contrato ni la bases hablan de que existe la obligatoriedad de parte de la empresa a que nuestro empleado llegue y haga una marcación biométrica". Aunque reconoció que el sistema del libro de firmas podía tener debilidades, aseguró que según obliga la Ley de Seguridad, ese no es un libro arbitrario, sino uno "autorizado por la PNC que es la que nos supervisa" y que por tanto no era un registro llevado a la ligera.

Aún así, afirmó que, si fuese cierto que hubo empleados que no cumplieron debidamente sus horarios, no se le podría pedir nada a la empresa, ya que aún no se les han pagado.

Cosase mantiene que el documento de la auditoria no tiene validez. "No es un informe final, ni siquiera un borrador, no ha salido del Seguro Social, ni la máxima autoridad lo ha podido conocer", afirmó Pérez.

Sin embargo, el director del ISSS, Óscar Kattán, afirmó, en una carta, conocer dicho documento y reconoció que la auditoria fue solicitada por la institución. También indicó que no se trata de un documento oficial; no negó la veracidad de su contenido sino que "no contiene la información completa de un examen de auditoría de procesos administrativos".

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