Helga Cuéllar-Marchelli.06 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
Hace unos días recibí un correo electrónico en donde se me pedía que explicara por qué existe una calidad desigual entre las escuelas públicas y privadas. Sospecho que usted, amigo lector, más de alguna vez habrá intentando dar respuesta a esa pregunta. Yo he pensado acerca de este asunto muchas veces, pero hasta ahora tengo la oportunidad de compartir mi opinión al respecto.
El sistema educativo salvadoreño tiene 5,165 centros educativos públicos con una matrícula de aproximadamente 1.5 millones de estudiantes, y 1,009 centros privados con cerca de 254,000 estudiantes. Y, al igual que en otros países, el puntaje promedio en las pruebas de rendimiento académico de los estudiantes del sector privado es mayor al de aquellos pertenecientes al sector público. Esta historia se repite todos los años en la Prueba de Aptitudes y Aprendizaje para Estudiantes de Educación Media (PAES), y, de igual manera se ha encontrado la misma superioridad de las escuelas privadas sobre las públicas, en las Pruebas Censales de Educación Básica (Paesita) de 2005 y 2008.
Los que están a favor de la educación privada, dirán que esto es producto de una marcada eficiencia en la gestión escolar y un mayor compromiso con los aprendizajes. En contraste, los defensores de la educación pública, señalarán que las diferencias se deben a que el sector privado cuenta con estudiantes de familias de altos ingresos con acceso a libros, tecnología, tutores, etc., y deja al sistema público la complicada tarea de educar a los más pobres. En la práctica, es difícil comparar la calidad del sector público con la del privado, cuando el primero es mucho más grande y quizá muy heterogéneo. Por otra parte, las escuelas públicas no operan con la misma flexibilidad que las privadas, a la hora de evaluar el desempeño de los docentes y directores, contratar personal y asignar recursos.
Se debe advertir que las diferencias en la calidad de las escuelas públicas comparadas con las privadas, no son necesariamente como parecen. La experiencia ha demostrado que se pueden encontrar estudiantes con buenos rendimientos académicos en todos los contextos. ¿Por qué? En el ámbito local las diferencias entre lo privado y lo público, no son tan importantes como las reglas del juego que gobiernan a la escuela. Si bien es cierto el nivel socio económico de los estudiantes contribuye a explicar los altos rendimientos en las pruebas de logros, hay otros factores que también ejercen influencia. Me refiero al currículo, la disponibilidad de recursos (bibliotecas, computadoras, etc.), la práctica pedagógica, el liderazgo del director y el clima escolar.
Estos últimos no son atributos exclusivos del sector privado, sino de cualquier escuela que sea efectiva. Por consiguiente, se deben examinar con cautela las diferencias en los resultados de las pruebas de logros, considerando las características particulares de los estudiantes y los perfiles de las escuelas en cada área geográfica.
El sistema educativo público es complejo no sólo por su tamaño, sino también porque atiende poblaciones con distintas necesidades de aprendizaje en contextos diversos.
De allí que, pretender elevar su calidad exige comprender con mayor profundidad las causas de los bajos rendimientos, más allá de las diferencias en el nivel socio económico de los estudiantes. Tal conocimiento facilitaría el diseño de políticas adecuadas a cada contexto que ayuden a revertir esta tendencia. Un buen comienzo, sería el establecimiento de un sistema de evaluación e intervención en escuelas con un record sistemático de bajo aprovechamiento académico o que enfrentan problemas de violencia escolar.
Estoy de acuerdo en que necesitamos escuelas privadas que contribuyan al interés público, pero también urgimos contar con escuelas públicas que sean efectivas.
elsalvador.com :.: La calidad de la educación pública y privada
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