Ricardo Esmahan.17 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy
El reciente viaje a Brasil realizado por el Presidente de la República, acompañado por un amplio grupo de empresarios salvadoreños, sin duda fue productivo, ya que ambas partes manifestaron haber aprendido lecciones.
Luego de la visita, se habla mucho de cómo el sector productivo brasileño es un modelo a seguir, debido al éxito demostrado bajo la orientación de un gobierno de izquierda. Destacando entre los éxitos de esta gestión la rápida adaptación de tecnologías en la agricultura brasileña, sobresaliendo de forma notoria la aplicación de cultivos Genéticamente Modificados (GM).
Los productores brasileños han adoptado los estándares tecnológicos de cultivos como la soya GM, alcanzando en el último año agrícola un 64% del total de soya cultivada. En Brasil existen variedades que se adaptan a diferentes regiones, potenciando aún más su producción. En muchas regiones de Brasil es notorio el incremento de producciones de soya GM, en franco desplazamiento del cultivo convencional de este producto. En los campos de cultivo de soya se han visto márgenes netos de ganancias superiores al 20%, acompañados de reducciones de costos por el bajo uso de agroquímicos.
Otro ejemplo sobresaliente es la producción de maíz resistente a insectos, que ha tenido un crecimiento del 38% en cultivos y en los márgenes netos de ganancia. Y la lista sigue.
Brasil ha comprendido que la agricultura es una actividad vital; sin embargo, es una de las más agresivas con el medio ambiente. En la búsqueda de reducir el impacto negativo de esta actividad sobre el medio ambiente y la diversidad biológica, la biotecnología es una de las herramientas valiosas para lograr una agricultura sostenible y amigable con el ambiente.
La ONU proclamó el 2010 el Año Internacional de la Biodiversidad, con el fin de atraer la atención mundial al problema de su deterioro a nivel planetario. Con esta declaración no sólo se busca crear conciencia e impulsar proyectos, sino encontrar soluciones que ayuden a mitigar y detener la pérdida de ésta. Con el desarrollo y siembra de cultivos GM como maíz, algodón, alfalfa, soya, entre otros, los que son tolerantes a herbicidas, se reduce el uso de estos agroquímicos, para mantener a la planta con vida y evitar que sea destruida por las malezas.
Esta propiedad de tolerancia a herbicidas disminuye el daño que se produce en el suelo por el uso de productos químicos para el control de las malezas. Así mismo, la propiedad de ser resistente a los insectos que atacan a la planta, disminuye la utilización y aplicación de plaguicidas para el control de insectos. De esta manera se contamina menos el suelo y se reduce el impacto ambiental de la aplicación de químicos.
Tradicionalmente, los suelos dedicados a la agricultura son sometidos a labores de labranza intensa (arado) para el control de las malezas y la preparación de la tierra para la siembra, lo que los hace propensos a la erosión y a una grave pérdida de agua. La tarea de labranza podría disminuirse gracias a la incorporación de cultivos GM, que prosperen en condiciones difíciles del suelo.
Con la población mundial en aumento, se requiere producir cada vez más alimentos. Esto se traduce en el aumento de áreas destinadas a la agricultura, lo cual atenta contra el mantenimiento y conservación de nuestra biodiversidad.
Tomando a Brasil de ejemplo, la FAO movilizará recursos para aumentar la productividad, incluyendo la revisión, aprobación y adopción de la biotecnología y otras nuevas tecnologías seguras, eficientes y ambientalmente sostenibles.
Es momento de capitalizar la lección aprendida en Brasil por privados y gobierno. En El Salvador los agricultores piden cultivar maíz GM en nuestros campos. Ojalá el gobierno les apoye.
*Columnista de El Diario de Hoy. resmahan@hotmail.co
elsalvador.com :.: Momento de capitalizar experiencias de Brasil
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