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2010/08/13

La Página-"En Mariona intentaron violarme cuando estuve preso a los 16 años" (II entrega)-Diario digital de noticias de El Salvador

 Lea mañana la historia de un joven de 20 años que estuvo preso seis meses por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada.

Escrito por Jaime Ulises Marinero.13 de Agosto. Tomado de Diario La Página.

Sergio D. tenía 16 años y estudiaba bachillerato en el Instituto Nacional Manuel José Arce, contiguo al Zoológico Nacional. Vivía en Panchimalco y el bus que lo trasladaba lo dejaba exactamente frente a la institución.

Pertenecía a la banda de paz de la institución y era miembro de un grupo de evangelización católica. Un día de ensayo, en  junio de 2001, andaba con pants, zapatos deportivos y una camiseta negra con la estampa de una cruz. Con un amigo fueron al mercado Modelo a comprar comida.

Cuando regresaban a la institución, de un bus de la ruta 2 bajaron varios jóvenes y al verlos les comenzaron a gritar y a perseguir. Corrieron nuevamente al mercado y se refugiaron en un puesto. Los perseguidores alcanzaron a verlos y los siguieron dentro del mercado, Sergio y su amigo corrieron hacia la calle Isidro Menéndez, cerca del  cuartel Central del Cuerpo de Bomberos, donde una patrulla policial los alcanzó y les mandó alto. Quienes les perseguían al notar a los agentes se fueron.

Ni Sergio ni su amigo portaban documentos. La patrulla policial se los llevó presos por desórdenes públicos, pese a las explicaciones que ambos jóvenes les daban. “Le pedimos que fueron al mercado a preguntar, pero no nos hicieron caso” dijo Sergio a los policías, según el acta levantada posteriormente en la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

Ambos fueron trasladados a las bartolinas del Sistema 911 y a los dos días a las bartolinas del centro judicial Isidro Menéndez.  Los padres de Sergio llegaron con la partida de nacimiento para demostrar que su hijo era menor de edad, pero en el tribunal no se la aceptaron porque era una partida “demasiado vieja”.

El amigo de Sergio, de 19 años de edad, estaba reclamado acusado de hurto en perjuicio de una hermana suya, por lo que la Fiscalía aprovechó para acusar a ambos por el mismo delito, según consta en el acta presentada al tribunal.

Nadie los acusó de desórdenes públicos. El delito  que enfrentaron fue hurto. La PNC los presentó a los medios de comunicación y el reportero de un canal de televisión hasta se burló de Sergio y a través de la nota dijo que “eran peligrosos jóvenes que pretendían engañar a la justicia haciéndose pasar por menores de edad”.

Los padres de Sergio fueron hasta Pasaquina, departamento de La Unión, a tramitar la partida de nacimiento de  su hijo. El día de la audiencia inicial se presentaron  con la partida, pero resulta que el defensor público no se presentó y la audiencia fue pospuesta para el siguiente día.

Los jóvenes ya no fueron devueltos a las bartolinas del centro judicial. Fueron trasladados al penal de Mariona. Esa noche dos pandilleros intentaron violar a Sergio porque lo reconocieron como estudiante del Arce. Tuvo que defenderse y gritar por auxilio hasta que llegaron custodios a rescatarlo. Los pandilleros ya lo habían desnudado  y uno de ellos tenía un cuchillo con el que lo iban a matar luego de la violación.

Al siguiente día, durante la audiencia, se descubrió que la denuncia por hurto contra el amigo de Sergio ya había sido levantada y que efectivamente Sergio era menor de edad; sin embargo, debido a que el fiscal dijo sentirse mal por un dolor en la cabeza, la audiencia se fue alargando y nuevamente los jóvenes iban a ser trasladados a Mariona, pero Sergio le contó a la jueza que la noche anterior casi lo violan y matan, por lo que fueron trasladados a las bartolinas del centro judicial, y liberados hasta el siguiente día. En total Sergio y su amigo pasaron ocho días presos, cuando según el Código Penal no pueden ser más de seis días, si los procesados son mayores de edad.

En el caso de Sergio debió ser remitido a un tribunal especial de menores y nunca ser trasladado a Mariona, aunque existiera la duda de que era mayor de edad.

Los padres de Sergio decidieron denunciar el caso ante la PDDH. Ahí los recibió un procurador auxiliar que inició las investigaciones en contra del juzgado y de la Fiscalía, inclusive en contra de los agentes que los capturaron.

El fiscal involucrado renunció, por motivos personales, a la Fiscalía, por lo que en la PDDH les manifestaron que ya no podían seguir investigando y que para ellos el caso se cerraba.  El procurador auxiliar no quiso seguir investigando al tribunal ni a los policías.

En 2003, cuando Sergio ya era mayor de edad, decidió ingresar a la Academia Nacional de Seguridad Pública para aspirar a ser agente de la PNC. Su sorpresa fue cuando llegó a la misma PNC para solicitar una solvencia policial. No se la extendieron porque en los archivos aparecía con antecedentes delictivos. Fue a Centros Penales y tampoco le dieron la solvencia penal porque aparecía como reo.

Tuvo que pedir ayuda a un abogado que tras cobrarle cerca de $400 logró arreglar los archivos en ambas instituciones y dejar limpio a Sergio, quien tras lograr los dos documentos hizo su ingreso a la ANSP.

Hoy Sergio es agente de la PNC y según él haber vivido la experiencia de estar preso siendo menor de edad, le sirve para hacer bien su trabajo y no cometer las injusticias que contra él cometieron. "En Mariona intentaron violarme cuando estuve preso a los 16 años..." rememora.

Sergio tuvo suerte y salió bien librado. Otros menores sufrieron peores casos. El más famoso de todos es el ocurrido a Luis Alonso Durán, quien a los 15 años fue mandado a un centro penal por el Tribunal Primero de lo Penal en Zacatecoluca.

El menor fue asesinado por otros reos . El muchacho estuvo detenido en el reclusorio de adultos desde el 16 de diciembre de 1994 hasta el 9 de enero de 1995.

En este caso la  PDDH censuró a la jueza Adela  Ponce Gallardo por violación al derecho a la libertad personal y al debido proceso legal, pero el caso no pasó a más. Durán fue asesinado y el caso cerrado.

Según la PDDH son cientos de casos denunciados contra jueces, fiscales y policías, porque capturan a menores de edad y los tratan como adultos. En ocasiones por delitos menores que se quedan en simples faltas.

En algunos casos, como el de Sergio, hasta le cambian la tipificación del delito, todo para justificar una violación a la ley y a los derechos humanos.

Diario digital de noticias de El Salvador

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