El empresario sostiene, a nivel personal, que el clima de inversiones en el país necesita mejorarse. Y que reducir los niveles de delincuencia es crucial para conseguir este objetivo.
Escrito por Reacción.12 de Agosto. Tomado de La Página.
Ricardo Simán dirige un grupo empresarial representativo en el país. Su nivel de influencia en la economía salvadoreña es respetable y su voz dentro de los círculos políticos despierta interés por el respeto que se ha ganado en las últimas décadas como protagonista del crecimiento democrático de El Salvador, ya sea como generador de empleos, como portavoz del sentimiento de los empresarios y como un salvadoreño más con claridad meridiana sobre el rumbo que --a su juicio-- debe llevar el país.Ese liderazgo ganado en ambas esferas, la política y la empresarial, es el motivo para que Diario La Página lo haya buscado para conocer su percepción sobre El Salvador, sobre los mensajes que se envían desde las esferas del poder institucional y el feedback que él y sus colegas en donde estriba el poder económico salvadoreño reflejan hacia la cosa pública.
La camaradería con que conversa Ricardo Simán no es un obstáculo para señalar con firmeza lo que a su juicio genera preocupaciones. Esa cordialidad, sin embargo, se vuelve un aliado a la hora de esbozar, con serenidad, los pasos que él y sus congéneres esperan de quienes dirigen al país.
¿Qué impresiones le genera como salvadoreño la situación actual del país en la parte económica?
Hay varios factores que analizar. Todavía no ha pasado la crisis generada en Estados Unidos y Europa, y siendo estos de los principales mercados mundiales, al estar deprimidos aún están afectadas sus economías: no se ve un crecimiento sostenido que nos indique que ya salieron de la crisis. Eso, aunado a la situación de la delincuencia en nuestro país, afecta a la economía de los consumidores, los trabajadores y aumenta los costos de las empresas porque tenemos que doblar la seguridad interna y externa y todo esto nos baja la competitividad.
El otro problema es la falta de confianza que se genera por declaraciones o medidas que se puedan tomar, o tendencias que vengan de las esferas gubernamentales. A veces se siente que el presidente Funes tiene la intención de dar seguridad jurídica, seguridad económica y un rumbo hacia el sostenimiento de un sistema de libre mercado, pero hay indicaciones confusas de otros funcionarios del Gobierno que envían señales no muy confiables al sector privado y esto da temor de qué va a suceder en el futuro; hay proyectos de ley en la Asamblea que pueden generar mayor escepticismo y duda de lo que puede venir después.
Estos que no acompañan el rumbo que ofrece el Presidente Funes ¿son miembros de gabinete o del partido FMLN?
En la campaña presidencial expresé en una entrevista que al ahora presidente Funes no le teníamos temor los empresarios, sino que al partido que lo llevaba a la contienda electoral. El FMLN en el pasado y en el presente ha sostenido que su sistema político, económico y de gobierno no es el sistema de libre mercado que motiva a la inversión, y constantemente hay declaraciones en el sentido de pretender llevar a nuestro país al Socialismo.
¿Los empresarios le siguen teniendo temor al FMLN en la actualidad?
Por supuesto.
¿Está haciendo algo el Presidente Funes para paliar ese temor?
Sus declaraciones han sido consistentes en querer dar confianza al sector empresarial. Ahora se ve en las noticias que nos vienen de Brasil cómo él ha sido claro en expresar que quiere darle confianza a los empresarios brasileños. Entendería yo que no solo a los brasileños, sino a todos los empresarios que quieran venir a invertir y a los que ya tenemos nuestras inversiones en El Salvador y eso es muy importante. Pero hay declaraciones o posiciones o rumbos que dan tanto el partido como los miembros del partido en el Gobierno que son diferentes a esa tónica. Brasil no es El Salvador, el presidente Funes no es miembro del Partido, a diferencia de Lula, por lo que tiene limitada capacidad de maniobra. La confianza no se construye únicamente con declaraciones, sino con acciones específicas.
Se supone que el Presidente maneja su gabinete. ¿O estamos viendo un pulso entre partido y Presidente demasiado fuerte por el manejo de ciertas carteras?
Muchas veces se ha sentido que esa es la situación.
¿Le gusta el rumbo que lleva el país?
Se puede mejorar ese rumbo, en el sentido de dar las condiciones necesarias para un clima más saludable tanto para las inversiones como para la estabilidad política, social y económica. Esto pasa por construir un proyecto de país a largo plazo, con visión a 15 ó 20 años. La parte actual más importante para ayudarle a la ciudadanía es enfocarse en reducir el nivel de delincuencia, y creo que algún esfuerzo se está haciendo en mejorar eso: el ingreso del Ejército ha sido muy bien visto y tiene ya algunos resultados. Haberlos llevado a los penales ayudará a reducir las extorsiones. Ese es el foco número 1 en que el Gobierno puede ayudarle al país.
¿Cuántos colaboradores tiene el Grupo Simán?
4 mil 500 a nivel regional.
Bien, con la experiencia que entonces usted tiene en el manejo de esas cantidades de colaboradores ¿le seguiría dando trabajo a alguien con el perfil del ministro de Seguridad? ¿Le seguiría confiando a ese perfil un tema tan importante como la seguridad?
Ese análisis le toca al Presidente...
¿Y cuáles a su juicio son los mayores desafíos aparte de la seguridad?
Creo que la educación. Nos preocupa mucho la tendencia educativa que se pueda llevar; estamos oyendo de planes de estudio, asesorías de países que son reconocidos si bien por tener una alta tasa de educación y alfabetización, son también íconos de una ideologización con una tendencia específica y clara hacia el Socialismo, y que vienen con la intención clara de ideologizar nuestros planes de estudio... entonces vamos a tener una niñez y una juventud ideologizadas; antes no se veía una tendencia clara en ese sentido. Esa es una preocupación como país.
La salud es otro reto importante: la prevención de las enfermedades. Todos los años vemos pestes y cantidades grandes de personas que se enferman de dengue y de otros males que son difíciles de controlar, ahí hay oportunidad de hacer un trabajo más profundo; mejorar la salud de la gente y hacerlo preventivo.
La inversión en infraestructura es importante. Estamos viendo las calles muy deterioradas, se necesita inversión en arreglarlas, mejorarlas, en el mantenimiento que requieren.
Entonces esta gente no está trabajando bien si se falla en seguridad, en educación...
Yo creo que en seguridad los últimos movimientos van por el rumbo acertado para reducir los niveles de delincuencia.
¿Podemos decir que a nivel general el país lleva un rumbo equivocado de acuerdo a estos desafíos?
En temas álgidos y específicos hay aspectos que preocupan por la tendencia que llevan.
Alfredo Cristiani dijo hace 2 meses y medio que este país va a la deriva. ¿Usted concuerda con él?
Si no va a la deriva, por lo menos se ha estancado en la inversión y el crecimiento económico.
¿Por culpa del Gobierno?
En parte, y por responsabilidad de la crisis internacional por otra parte.
En este panorama hay dos sucesos jurídicos: las candidaturas independientes y la posible penalización de la crítica periodística. ¿Qué opina sobre estos temas?
Para mí es difícil opinar sobre las candidaturas independientes porque no soy miembro de un partido político, tengo mi ideología, mis simpatías y mi visión política también, pero no puedo dar una opinión técnica sobre eso. En lo personal creo que es sano.
Acerca de la posible penalización del periodismo sí es preocupante lo que de ahí se pueda desprender, porque puede ser mal utilizada una de estas reformas y vemos países en Latinoamérica que han implementado ese tipo de sanciones y las usan para acallar a los medios noticiosos cuando la información no es conveniente a determinado sector político.
¿Le parece atractivo El Salvador para invertir? Esto contextualizado en la visita del presidente Funes y un grupo de empresarios a Brasil en donde ha ofrecido estabilidad jurídica a largo plazo a los hombres de negocios, versus algunas voces que consideran prematuro que los inversionistas extranjeros se decidan por El Salvador.
¡Qué mejor deseo tuviéramos que ver inversiones extranjeras y nacionales en nuestro país! Nosotros como empresarios hemos sido un ícono y nunca dejamos a nuestro país ni en los años más difíciles; continuamos creciendo, actualmente estamos desarrollando algunos proyectos y no los hemos detenido porque creemos en nuestro país y lo vemos a largo plazo, no a 5 años o a 7 años. Tenemos 89 años de existir en El Salvador y vamos a seguir aquí hasta que Dios lo permita. Seguimos buscando oportunidades, pero con mucho cuidado por la situación que se vive y el crecimiento económico... que por ahora está estancado.
¿Se puede decir que El Salvador es un país atractivo para la inversión extranjera?
No somos muy atractivos en este momento, por los niveles de delincuencia, por la crisis internacional económica y por los mensajes que se dan en querernos llevar hacia el Socialismo.
Hablando de esa responsabilidad de construcción de país, de inversión, de avance democrático, de los desafíos... aparte de invertir ¿qué rol deben jugar los empresarios en la construcción de una mejor nación?
Al invertir y al crear nuevos empleos se cumple la responsabilidad social más grande que tiene un empresario. Y hablamos de crear nuevos empleos con calidad, en un ambiente adecuado. Sí creo que dentro de las responsabilidades más grandes que tenemos está hacer que las utilidades y beneficios los podamos compartir con la sociedad en obras de Responsabilidad Social. Muchos lo estamos haciendo, pero no es suficiente.
¿Se está asumiendo ese papel desde el empresariado salvadoreño?
Diría que hay una buena cantidad de empresarios que estamos asumiendo esa visión; no todos la tienen por igual, pero hay que incentivarse. Cuando la situación económica es difícil, es más difícil poder contribuir en ese sentido.
¿Puede hacer algo el Gobierno para mejorar la situación económica de este país?
Lo que más se necesita es confianza, certidumbre y visión de largo plazo. Dicen que no hay nada más asustadizo que un billete de 1 dólar. Uno puede tener confianza en su país, pero los capitales, cuando no hay confianza, buscan otro rumbo donde se les dé seguridad.
¿Son los empresarios una especie de tercera columna, de puente, de balance entre las fuerzas políticas mayoritarias?
Los empresarios en lo particular no somos un balance, pero sí como entidades del sector, como las gremiales y la ANEP que se convierten en generadores de opinión; en entidades de consulta como Fusades, que son muy respetadas y que pueden ayudar a los gobernantes y a los partidos a tener una visión más concreta de los temas sociales y económicos.
¿Y les hacen caso a los empresarios los gobernantes y los partidos políticos?
A veces escuchan, a veces sólo oyen.
¿Cómo ve a ARENA?
Es un partido que se está recomponiendo. Se hizo un esfuerzo de las nuevas autoridades del partido en el sentido de rescatarlo después de haber quedado muy golpeado tras las elecciones de 2009.¿Y al FMLN?
Un partido que logró ganar las elecciones con un candidato que no era orgánico. Sabemos claramente que el presidente Funes no es un militante del FMLN; coincidieron en ese momento en una plataforma, y a veces al FMLN lo vemos distanciado u opositor del presente Gobierno y es ahí donde viene la confusión y el mensaje negativo que nosotros vemos.
Los mensajes directos a :
Presidente Mauricio Funes: "Que incremente sus niveles de mensajes de confianza hacia el sector empresarial. Yo sé que ha estado haciendo ese esfuerzo, pero que trate de sobreponerse a las voces disonantes en ese sentido".
Vicepresidente Salvador Sánchez Cerén: "Que tenga mucho cuidado con los cambios que está pensando hacer en la plataforma educativa".
Ministro de Seguridad Pública: "Mejore los planes de seguridad, depure la institución policial, capacite y mejore su investigación".
Corte Suprema de Justicia: "Sigan haciendo el trabajo sin influencias políticas. Han habido algunas buenas resoluciones".
Ministro de Defensa: "Lo felicitamos por el trabajo que han estado realizando, los salvadoreños confiamos en la Fuerza Armada y en la capacidad para contribuir en ese sentido".
Ministro de Obras Públicas: "Arregle las calles e invierta en infraestructura".
ARENA: "Que siga fuerte en su proceso de renovarse, tanto en su plantilla como en propuestas".
FMLN: "Que evolucione hacia una izquierda democrática y que deje de buscar formas de gobierno anacrónicas y obsoletas que no han funcionado en países donde se han implementado".
Medios de comunicación: "Que sean más acuciosos y que ayuden a enrumbar nuestro país".
A los lectores de LA PÁGINA: "Que los felicito por escoger un buen medio de comunicación".
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