El alboroto en el avispero es de tal magnitud que algunos diputados electos por los partidos políticos y legitimados con el voto ciudadano hacen declaraciones que evidencian escaso conocimiento sobre la institucionalidad del país.
Escrito por Sandra de Barraza.20 de Agosto. Tomado de La Prensa Gráfica.
Gobernar con justicia es la principal debilidad que el país tiene en las evaluaciones que hace la Corporación Cuenta Reto del Milenio (MCC) para asignar y mantener donaciones para el desarrollo. Evalúan 6 indicadores con 41 aspectos y ¡siempre hemos salido mal!
¿Libertades civiles? Evalúan la libertad de expresión y de credo; el derecho a la asociación; los derechos humanos; los derechos económicos e individuales; y la independencia del sistema judicial. ¿Derechos políticos? Evalúan la calidad de los procesos electorales; el pluralismo político y la participación; la transparencia gubernamental; y el tratamiento político justo para todos los grupos étnicos. ¿Transparencia y rendición de cuentas? Evalúan la capacidad de las instituciones para proteger las libertades civiles; la de los ciudadanos para elegir a las autoridades; y la independencia de los medios de comunicación. ¿Efectividad del gobierno? Evalúan la calidad en la provisión de servicios públicos; las competencias del servicio civil y su independencia de las presiones políticas; y la capacidad del gobierno para planificar e implementar políticas públicas. Y en cuanto al ¿Imperio de la ley? Evalúan la confianza en el sometimiento a las leyes; la incidencia de crímenes violentos y no violentos; la efectividad y predictibilidad del sistema judicial; y el grado de cumplimiento de los contratos. ¿Control de la corrupción? Analizan el efecto de la corrupción en el clima de negocios; la corrupción en el ámbito político; y la tendencia de las élites a aprovecharse y capturar al Estado en beneficio propio.
En estos 6 indicadores y sus 41 aspectos siempre estamos en rojo y no se han podido ni maquillar. ¿Comparte usted la valoración internacional? Yo sí la comparto. Por esta razón la resolución de la Sala de lo Constitucional relacionada con la garantía que nos deben a los ciudadanos de ejercer nuestro derecho al voto de manera popular, directa, libre, igual y secreta, tal como lo establece el artículo n.º 78 de la Constitución de la República, da esperanza, es histórica y muy relevante para nuestra institucionalidad.
Histórica porque hace muchos años que la institucionalidad del país no tenía una sacudida. Y la sacudida ha sido tan grande que a muchos nos ha hecho recordar que las instituciones existían y ocuparnos en buscar la esencia de su trabajo. ¿La Sala de lo Constitucional? Es el único tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de las leyes, los decretos, los reglamentos, en su forma y contenido de un modo general y obligatorio y podrá hacerlo a petición de cualquier ciudadano. Así lo establece el artículo 183 de la Constitución de la República. Y aunque no muchos ciudadanos hemos recurrido a este derecho constitucional no debe olvidarse que existe.
Relevante, ciertamente es relevante. La sentencia ha generado un alboroto tal que muchos de los que se sienten afectados en el privilegio que han tenido a costa de los ciudadanos están tomando iniciativas que merecen seguimiento y contraloría. ¿Existe alguna instancia superior a la Sala de lo Constitucional? Entendería que no y que lo único que procede es respetar la sentencia. Nadie tiene la atribución de modificar los 13 fallos de la Sala. Punto.
El alboroto en el avispero es de tal magnitud que algunos diputados electos por los partidos políticos y legitimados con el voto ciudadano hacen declaraciones que evidencian escaso conocimiento sobre la institucionalidad del país. No los culpo porque hay poca ocupación en educarnos en esta materia tanto en la escuela como en la sociedad. No nos educan porque podemos “salirnos del guacal”. La ignorancia en este tema beneficia a muchos y de la ignorancia en este tema muchos se benefician.
Esta sentencia rompe el guacal porque se reconoce que “el ciudadano y su participación política constituyen la esencia de la democracia, por encima de los partidos políticos y los grupos con intereses particulares”. ¿Qué es esto? Semejante reconocimiento alborota e incomoda. Hasta ahora muchos han creído y hacen creer que la esencia de la democracia son los partidos políticos. Llevan y traen no más que el artículo n.º 85 de la Constitución de la República y quieren que obviemos y hasta olvidemos los 273 artículos restantes.
La Sala de lo Constitucional no puede olvidarse de los 274 artículos de la Constitución. De lo contrario, no hace su trabajo. El fallo se basa en jurisprudencia constitucional citada a lo largo de 34 páginas y en los artículos 72, 78, 85 y 126 de la Constitución. En ninguna parte se cuestiona el artículo 85. Pero... por primera vez priva la garantía a un derecho ciudadano y eso alborota el panal.
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