Antonio Velado.20 de Septiembre. Tomado de Diario Co Latino.
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En san salvador á las tres de la mañana del día 29 de agosto de 1865-GERARDO BARRIOS-SANTIAGO GONZÁLEZ-JOSÉ A. ARÉVALO-JOSÉ ZÁRATE-ANTE MÍ-JOSÉ ALVARENGA”, concluye el texto del testamento firmado por Gerardo Barrios.
Pero queremos puntualizar parte de este valioso e histórico documento, único en su especie, lo siguiente: “5º-Declaro: que cuando vine al servicio de la Presidencia de la República tenía un capital considerable, adquirido con mi propio trabajo, que lo he perdido cuasi enteramente, por haberle prestado mi crédito particular al Gobierno, pues para hacer pagos en Europa por cuenta del mismo, mandaba frutos del país que me originaron pérdidas, mientras que yo aquí, solamente cobraba el capital, antes de averiguar dichas pérdidas; de manera que mi esposa queda reducida á sus alhajas que no valen gran cosa, y á una casita situada en San Miguel, que desde que la compré en tres mil y tantos pesos se la obsequié, siendo en épocas de mi mayor prosperidad, por cuya causa la dicha casa no la comprendí en la hipoteca legal que hice de mis bienes al señor Kerferd de Inglaterra”.
Por eso este trabajo lo titulamos ¿cuántos expresidentes pueden documentar como Gerardo Barrios? La voz popular sostiene que todos los expresidentes de la República, cuando salen de la Presidencia (Casona, dicen otros), salen más ricos que cuando llegaron.
Será que los últimos cuatro expresidentes de la república, Alfredo Cristiani, Armando Calderón Sol, Paco Flores y Antonio (Tony) Saca, pueden escribir con solvencia moral un testamento en esos términos.
Valdría la pena que hicieran el esfuerzo, porque el pueblo espera, todavía, respuestas a ese crecimiento económico exagerado que han tenido estos. Crecimiento después de salir de la casona.
No se sabe si la Corte de Cuentas de la República, tantas veces cuestionada también, se apresuró a darles el famoso finiquito. La incertidumbre sigue rondando sobre el incremento de esos capitales, más cuando se habla de pérdida de abonos, los millones para construir el Hospital de Maternidad, que no se sabe cómo se perdieron, el Boulevard Diego de Holguín, que nunca se termina y tanta plata que se ha perdido. Los millones que se han perdido, desde siempre, en el Seguro Social. Y así, la de nunca acabar.
Cada 29 de agosto, que se conmemora el asesinato de Gerardo Barrios, se debiera reiterar sobre el contenido de este testamento, tal vez así les da pena a los que han saqueado las arcas estatales, que son dineros del pueblo salvadoreño.
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