EDH-Charlando entre amigos

 María A. de López Andreu.18 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.

Compartiré con ustedes una charla telefónica sostenida con un profesional extranjero de la comunicación. No mencionaré su nombre, porque todos conocemos lo quisquilloso que es el Presidente Funes y no quisiera que, por mi culpa, este querido amigo pudiera sufrir la "tirria" presidencial.

Llamó el martes por la noche, preguntando por mi salud. Después de intercambiar información sobre nuestras respectivas familias, pregunté:

- "¿Has asistido al evento propiciado por The Miami Herald?"

- "¡Por supuesto!"

- "Y, ¿qué me dices de nuestro Presidente? ¿Qué impresión causó?"

- "Tuve la oportunidad de verle a un paso de distancia; le había visto antes, así de cerca, por los días de su elección… ¡y me sorprendió muchísimo! En estos meses ha envejecido décadas; no solamente está canoso, sino encorvado, sin bríos… Te repito, me sorprendió".

- "No deberías sorprenderte --di-je--. El Presidente tiene infinidad de problemas. Y el envejecimiento galopante no lo sufre solamente él, sino la mayoría de salvadoreños, que además de enfrentar los problemas personales, debemos sufrir la criminalidad, el deterioro de la economía y ¡encima!, debemos aguantar la incapacidad del gobierno para, al menos, evitar que los problemas se profundicen más. Creo que ya ni siquiera aspiramos a que los resuelvan; con que no sigan empeorando diariamente (como está sucediendo), podríamos tener un pequeño respiro. Pero, sígueme contando: ¿qué tal estuvo su presentación?"

- "Objetivamente hablando, te diré que fue la más interesante; el tipo es un gran expositor y sabe manejarse en público; pero el contenido, me decepcionó: prácticamente dedicó partes de su alocución a justificar el por qué él ha tenido tantas dificultades para gobernar, como si no hubiera sabido de antemano lo que le esperaba. ¿Cómo hizo tantas promesas irrealizables? ¿Es que fue un candidato con los ojos vendados, que desconocía en absoluto la realidad? O ¿mintió alevosamente, durante toda su campaña?

"Aparte de eso, diría que dejó un mal sabor general al despotricar contra los medios de comunicación, los empresarios y el partido ARENA. Un estadista habla de sus acciones para concretar su visión, no busca culpables para justificar su "falta de logros"…, dicho diplomáticamente. Además, hubo bastante incomodidad, no sólo porque habíamos un gran número de representantes de medios, sino también porque en la mesa de honor estaba sentada María Eugenia Brizuela, empresaria y ex canciller durante un período de ARENA; como bien sabes, ella goza de gran aprecio internacional, así que los comentarios presidenciales no cayeron muy en gracia".

Así, continuamos la plática por un buen rato, recordando mil anécdotas. Luego me puse a reflexionar: ¿No habrá quien diga al Presidente Funes que, precisamente, los medios, los empresarios y ARENA, son los más interesados en que él haga una buena gestión? ¿Que todos ellos serían sus mejores aliados? Primero, porque están genuinamente interesados en el bien de El Salvador; luego, porque NINGUNO DE ELLOS (ni la mayoría de la población) quisiera que, por incapaz, destituyeran al Presidente Funes y quedara Sánchez Cerén. ¡Dios nos libre!

Qué triste que el Presidente haya ido a Brasil a alabar al empresariado salvadoreño (debió ser así, de acuerdo a la encendida --y chocante-- gratitud mostrada por el presidente de la ANEP) y en Miami, por el contrario, les haya denigrado. Esa incongruencia vital, posiblemente, está contribuyendo, aún más, al visible envejecimiento presidencial.

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