Juan A. Valiente.22 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Estamos inundados de rótulos, vallas, megavallas, gigantografías y "muppies", a la par de la publicidad más tradicional como rotulación externa de negocios, banderolas y mantas. Ahora incluso contamos con rótulos luminosos que ofenden, especialmente en la noche, a los que debemos transitar cerca de ellos.
La ecología urbana está siendo invadida por exceso de elementos distorsionadores y nos impide disfrutar de un poco de cielo y un poco de verde donde todavía hay. No hay ampliación de calles, creación de redondeles o nuevos desarrollos comerciales, que no se vean rápidamente inundados por nueva rotulación externa.
En un par de ocasiones anteriores he escrito sobre el exceso de vallas y las he vinculado a agencias de publicidad. Amigos se han encargado de aclararme que este negocio pertenece a empresas dedicadas a la instalación de rotulación externa. Esta mañana conté en un par de esquinas la cantidad de rótulos, incluyendo señales de tránsito, y había no menos de un par de docenas de elementos que trataban de llamar mi atención y ocultaban señales importantes generando invisibilidad.
Siempre me ha preocupado la contaminación visual que sufrimos gracias a la falta de supervisión de las municipalidades o a sus débiles finanzas que las llevan a veces a tomar decisiones en contra de nosotros, los que habitamos y vivimos en dichos municipios.
Según Wikipedia, "la contaminación visual es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que afecta la visualización de sitio alguno o que rompa la estética de una zona o paisaje, y que pueda incluso llegar a afectar la salud de los individuos o zona donde se produzca el impacto ambiental". Por supuesto que dicha definición se está refiriendo al abuso de elementos que no concuerdan, que alteran la estética y que afectan la imagen del paisaje. Son en general elementos que no son arquitectónicos y que pueden generar una estimulación visual excesiva.
No sólo nos referimos a las vallas. También hay postes, cables, antenas y muchos otros elementos que por falta de una regulación adecuada y supervisión necesaria se convierten en agentes de contaminación. Esperemos que las autoridades no hayan estado haciéndose del ojo pacho y beneficiándose indebidamente.
Ya el alcalde de San Salvador, Norman Quijano, está haciendo algo al respecto. En entrevista reciente dijo que, aunque los rótulos generan ingresos para la municipalidad, la iniciativa del retiro de "muppies" ilegales se debe "al aspecto paisajístico y de ordenamiento". La alcaldía habla de más de 24 mil elementos publicitarios en San Salvador, de los cuales cerca de 20 mil son ilegales. No sólo deberían retirarlos, sino que además seguirles proceso sancionatorio a las empresas dueñas de las estructuras. Necesitamos que todos los alcaldes se unan a esta iniciativa y defiendan genuinamente los intereses de los que vivimos en sus ciudades.
Debiera además promoverse normativa creativa que obligue a las empresas que se dedican a este negocio a generar valor agregado para los ciudadanos. Una alternativa sería la de dar mantenimiento a los jardines que rodean sus estructuras y dar iluminación vial en sus zonas de influencia. De igual manera debe respetarse la cantidad de elementos permitidos para no generar invisibilidad. No estamos en contra de la publicidad, pero creemos que puede y debe ser más inteligente para ser más efectiva.
El tráfico, el trabajo o la falta de este, el calor, el ruido… hay tantos generadores de estrés en la vida cotidiana de este siglo que debemos tomar acciones explícitas para proteger los espacios comunes. El poder disfrutar del paisaje urbano o rural libremente y sin elementos contaminantes ayudaría a mantener la salud mental de todos nosotros. Pedimos a las municipalidades que hagan lo suyo, a las agencias de publicidad que exijan cumplimiento legal y a las empresas de vallas o "muppies" que no aprovechen la falta de diligencia de los funcionarios municipales y que retiren ordenadamente todas las estructuras ilegales. Las ciudades son de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.