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2010/09/21

LPG-Disipando nubarrones

 “La violencia y la economía son los dos problemas mayores que enfrentamos. El presidente Funes tiene la popularidad para lograr unidad nacional ante esos problemas. Los nubarrones del proyecto totalitario del Frente se están quedando atrás. Actuemos.”

Escrito por Rafael Castellanos.21 de Septiembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
 

Los dos problemas mayores que nos abaten en el corto plazo son la violencia y el estancamiento de la economía. Los dos tienen complejidades diferentes, probablemente es más fácil resolver la economía. Pero ambos tienen en común la misma dificultad para ser resueltos con firmeza. Pende sobre nosotros la amenaza de que el FMLN tenga éxito en su deseo de implementar su proyecto totalitario.

La reactivación vigorosa de la economía necesita inversión importante nacional y extranjera y la primera barrera por la que pasa el inversionista en su decisión es la confianza. Confianza en que no se llevará a cabo el proyecto totalitario, ni en este gobierno, ni en el siguiente, que habrá democracia para 20 años y más.

El combate efectivo a la violencia delincuencial, crimen organizado y narcotráfico requiere de una unidad total de la población y la polarización no lo permite. Quienes manejan el tema sienten amenazada su autoridad si vuelven incluyente su proyecto y no debiera ser así. Una parte de la ciudadanía desconfía de los encargados y sus motivaciones. El presidente se molesta cuando hay ofrecimientos o críticas constructivas; y en sus manos, no en el de las autoridades de seguridad, está lograr una unidad importante de la nación alrededor de ese tema que nos abate y necesita de toda la energía y recursos del país. Es el único que puede ser líder de esa gran unidad nacional.

El presidente Funes ha sido determinante en declaraciones y acciones de que no va por la línea del partido y que sus referentes son la democracia, Estados Unidos y Brasil y debieran disiparse las dudas de que él pueda cambiar su oferta y facilitarle al Frente su camino. Pero el partido tiene una alta cuota de poder, los ministerios dominados por la línea dura son importantes para sembrar las bases del proyecto y las constantes declaraciones de dirigentes del partido de que marchan en esa dirección mantienen vivo el temor.

En mi criterio, vamos avanzando en el buen camino. La votación presidencial y de diputados, más todas las encuestas, muestran que la voluntad de la mayoría de salvadoreños es democrática, anti totalitaria, anti socialista radical. La población, a las buenas, no les daría el triunfo, no en votaciones limpias. Solamente podrían llegar cambiando reglas electorales y la Constitución, con votaciones amañadas como se dan en los países que llegan a eso. Nicaragua es el ejemplo más cercano.

El peligro de la división de la derecha que se dio con el apoyo de la izquierda y el protagonismo del equivalente a Alemán en el país puso seriamente en riesgo que esa voluntad del electorado diera en las urnas ese sabio balance. Se sabe que en el Frente estaban triunfalistas y si se mantenía ese escenario, pensaban que ganarían muchos diputados en 2012 y podrían ganar con un pura sangre en 2014 la presidencia, el camino estaba pavimentado hasta Roma.

Al fracasar el proyecto GANA y reestructurarse fuertemente ARENA en sus bases, cantón por cantón, municipio por municipio, ese escenario se esfumó y aunque algunos no descartan que quienes estaban detrás harán un nuevo intento de tomarse el partido, aseguran que no es posible. Conocedores de adentro, de diversos niveles, aseguran que las bases están firmes y conscientes del peligro y que ni las luchas por poder, protagonismo o dinero prevalecerían.

Con ARENA fuerte, el escenario para 2012, importantísimo para lo que puede venir, la situación más probable según las últimas encuestas sería muy parecida a la de la elección pasada, son elecciones territoriales, en que la gente vota por las personas que conoce, excepto en los departamentos grandes.

Si la Asamblea acata bien la resolución de la Corte Suprema de Justicia y tenemos listas abiertas, las cúpulas no decidirán el orden de los diputados, sino los electores, como manda la Constitución. El FMLN y su estructura jerárquica rígida estaría en problemas para garantizar la satisfacción de sus dirigentes, que podrían no ser electos. Las lealtades, entonces, ya no serían incondicionales.

ARENA puede estructurar planillas muy sólidas de diputados, que sin importar el orden, ocuparían curules en suficiente número para garantizar mayorías absolutas. La sabiduría de usar esto debe ser magistral.

El presidente Funes tiene un caudal de popularidad muy grande, que puede utilizar para convocar a unidad nacional, usando las ideas que ha expresado en España al periódico El País. La unión aunque haya suspicacias debe darse ante la gravedad de los problemas que enfrentamos.

Economía y seguridad pasan por incertidumbre política, disipemos los nubarrones y salgamos adelante unidos.

Disipando nubarrones

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