LPG-Editorial-Opinión ciudadana sobre la primera cuarta parte

 Las grandes preocupaciones ciudadanas se mantienen, y hay un pesimismo instalado sobre las posibilidades reales de hallarles salidas.

Escrito por Editorial.10 de Septiembre. Tomado de La Prensa Gráfica.

 

El Gobierno del Presidente Mauricio Funes acaba de cumplir la primera cuarta parte de su período, y LPG Datos ha realizado una encuesta de opinión sobre cómo están viendo y percibiendo los ciudadanos el trabajo gubernamental y la situación del país. En estos casos, el dato que más curiosidad despierta es la evaluación sobre el Presidente mismo, ya que hemos vivido y seguimos viviendo un régimen eminentemente presidencialista, es decir, personalista. En este punto, el mandatario actual conserva un nivel de aprobación muy satisfactorio, ya que los que lo aprueban suman 69% y los que lo desaprueban sólo alcanzan un poco más del 23%. Aunque hay que destacar también que ha subido el número de los que lo aprueban poco en relación con los que lo aprueban mucho. Estos matices son los que dan las verdaderas pistas de lo que piensa y siente la ciudadanía en un momento determinado.

Como viene siendo ya común en este tipo de sondeos, hay un marcado contraste entre las opiniones que recibe el gobernante y las que reciben el estado de la gestión y del país. Como si hubiera una tendencia ya consolidada a decir: el Presidente está bastante bien, pero la realidad sigue estando bastante mal y el rumbo no es el correcto. Las grandes preocupaciones ciudadanas se mantienen, y hay un pesimismo instalado sobre las posibilidades reales de hallarles salidas.

Es determinante, por eso, hacer todos los esfuerzos reales necesarios para incrementar en la población una esperanza sólida en las posibilidades de presente y sobre todo de futuro. Esto no se logra con el simple asistencialismo, que produce réditos políticos ocasionales, pero no la confianza dinamizadora del desarrollo, que es lo que necesitamos. Leer, pues, la opinión de la gente con voluntad de ir al fondo de las sensaciones ciudadanas es más útil que las meras cifras.

QUE LA CIUDADANÍA SE SIENTA BIEN

Lo que le da a la democracia la seguridad más firme es que la ciudadanía se sienta estimulada en el presente y pueda ver con claridad horizontes de futuro. En tanto persista la sensación generalizada de que las cosas van mal, muy difícilmente se puede inyectar el optimismo básico para renovar creativamente la realidad. El desarrollo requiere buenas políticas gubernamentales, pero éstas sólo son factores de impulso de las energías que emergen de la vitalidad social. Alimentar dichas energías es, entonces, la tarea fundamental.

De los periódicos sondeos de opinión lo más importante no son los números y los porcentajes, sino las señales que vienen entre líneas. Del sondeo que ahora comentamos resalta que el ánimo nacional sigue estando bajo en relación con las perspectivas de mejoría real de la situación ciudadana, y esto hay que tomarlo debidamente en cuenta al estructurar los planes de acción. La primera tentación ante ello es intensificar el asistencialismo, que es políticamente de buen ver y que facilita de momento algunas cosas para la gente más necesitada; pero el asistencialismo nunca pasa de ser un alivio de momento, cuando lo que en verdad se requiere son políticas que conduzcan al mejoramiento sustancial de las condiciones de vida, vía las oportunidades, el empleo y la elevación sostenida en la calidad y amplitud de los servicios básicos.

Los políticos, por la misma naturaleza de los tiempos en que se mueven, difícilmente pueden tener vista larga; pero la ciudadanía ve de otra manera. Conciliar ambas perspectivas en un ejercicio de realidades progresivamente mejoradas es la clave del avance hacia un vivir mejor.

Opinión ciudadana sobre la primera cuarta parte